La mejor en la pista y fuera

Más allá de los éxitos está la persona con la que he convivido tres décadas. Ruth ha tenido una larga y ejemplar carrera que nos ha dado enormes alegrías. Nunca pensé que aquella niña que conocí hace tantos años iba a tener una trayectoria tan maravillosa. Tenía unas grandes condiciones para triunfar en cualquier deporte. Tuvimos la suerte de que eligió el atletismo, en el que, como en los demás, se llega a la excelencia uniendo las condiciones innatas con el sacrificio. Ruth lo tenía todo. Hemos vivido momentos felices, duros e incluso tristes, pero siempre demostró ser la mejor tanto dentro como fuera de la pista: honesta, alegre, íntegra, generosa, familiar, humilde…

Ha sido un placer compartir los momentos vividos tras cada campeonato, en los que su alegría, su simpatía y espontaneidad le convertían en la reina, en la líder. Ha sido una discípula y una alumna modélica. Tengo que agradecerle la confianza que depositó en mí. Se ha dejado orientar, guiar, aconsejar. Siempre hemos compartido las opiniones y hemos tomado las decisiones juntos. Pero la vida no acaba aquí, ahora le quedan por escribir las páginas del resto de su vida. Te lo mereces, porque si está claro que eres una maravillosa atleta, para mí sabes que todavía eres mejor como persona, como ser humano, como mujer.