Para Pupas también está el Elche

El Elche añade otro párrafo a su casi centenaria historia. El conjunto franjiverde será el primer rival copero que entra en acción en el Wanda Metropolitano. Lo hace con un resultado que deja un resquicio abierto para la ilusión de esos más de 1.400 ilicitanos que hoy estarán repartidos por las gradas del fortín rojiblanco, invicto en Liga esta temporada. Nadie se atreve en la ciudad a hablar de las opciones de pasar, pero para ir de turismo se podría haber elegido cualquier otro día.

En el fondo siempre queda la esperanza de despertar de esa pesadilla en la que se ha visto envuelto el club del Martínez Valero durante los tres últimos años. A recordar, dos brillantes permanencias en la élite, un descenso administrativo (el primero de la historia) a Segunda y otro deportivo contra todo pronóstico, con un concurso de acreedores de por medio y la sombra de disolución al fondo del desastre.

Ahora el nuevo reto es mayúsculo, un sueño casi imposible. Casi. Nunca antes ambos equipos se habían enfrentado de manera tan desigual, con el Elche hundido en el pozo de Segunda B. Sin embargo, en el último precedente de Copa, en la 87-88, Jesús Gil presenció desde el palco cómo un equipo de Segunda ponía contra las cuerdas a sus jugadores, a los que obligó a tirar de prórroga y de nueve penaltis para pasar de ronda. Boria, el padre de Saúl, falló una ocasión ante el portero en el último minuto del tiempo añadido. En la tanda, Isidro, Boria y Javi tuvieron la opción de pasar en la tanda, pero para Pupas también está el Elche.