La etiqueta de la temporada
La baja de Baptistao para los próximos partidos evidencia aún más las carencias de nuestro ataque. Pese a que técnico y jugadores se abonen al mantra de que lo importante es crear ocasiones, que la cifra de tantos se sitúe entre las mas bajas de la década es un dato que no debe ignorarse. Máxime después de un buen partido que se perdió por falta de punch. Si nuestro mejor artillero envía un balón al palo no podemos reprochárselo ni a él, ni a las leyes de la física. Más bien hay que preguntarse por qué tiene solamente una oportunidad ante el marco rival, y eso tras desgastarse 90 minutos ejerciendo de todocampista. Demasiado esfuerzo como para encima poder exigirle una efectividad del cien por cien.
Nuestra idea de fútbol exige un esfuerzo defensivo innegociable. Hay que tenerlo en cuenta, tanto como que el año pasado tuvimos un índice de efectividad casi sobrenatural, o que algunos de nuestros jugadores convirtieron goles como nunca antes habían hecho en sus respectivas carreras. Yo creo que lo vimos venir, y por eso Lardín anduvo tras Mariano, pero no se hizo el esfuerzo y ahora pagamos las consecuencias. Quique habló de “frustración” tras el partido del Valencia. Si no se corrige la falta de gol, en el sistema o en el mercado, “frustración” es candidata firme a ser la etiqueta de la temporada.