El Roma no tuvo ambición
Perder en el Wanda Metropolitano ante un Atlético casi sin opciones era de esperar, así que el Roma no puede ni debe desanimarse tras la derrota de ayer. Sin embargo, en el fondo queda algo para reprocharse: los giallorossi saltaron al campo, en la primera mitad, con gran actitud y supieron crear varias situaciones de peligro gracias a las llegadas de Kolarov y de Perotti. Una pena que en la reanudación el equipo de Monchi haya perdido garra e intensidad, dejando a los colchoneros la posibilidad de que despertara su ataque. Quizás haya influido en la conciencia de los italianos que la clasificación, en el fondo, no corría muchos riesgos.
Con una victoria ante el Qarabag en el Olímpico el pase a los octavos estará asegurado, y el nivel del rival consiente ser bastante optimista. Eso sí, harán falta muchas más ganas de ganar que las que se vieron anoche en Madrid. Como dijo el técnico Di Francesco, “la euforia está bien, pero la arrogancia no”. En Roma no se podrá fallar.