Los Oakland Raiders despiden a su coordinador defensivo

El partido del próximo domingo entre los Oakland Raiders y los Denver Broncos va a ser toda una incógnita cuando los segundos tengan el balón. Porque resulta que va a ser el duelo de dos coordinadores que debutan en sus puestos y, por lo tanto, no sólo es difícil de predecir cual será su plan sino que no habrán tenido tiempo ni recursos para estudiarse mutuamente.

Si a principios de semana se confirmaba que los Broncos habían despedido a su coordinador ofensivo, Mike McCoy, ahora han sido los Raiders los que han mandado al paro a Ken Norton Jr., su coordinador defensivo.

Norton llegó en 2015 a la franquicia de la mano de Jack Del Río. Era su hombre de confianza en la defensa. Cumplía, pues, su tercera temporada dirigiendo la unidad. Y los resultados han sido tan desastrosos que es difícil de criticar la medida.

La defensa de los Oakland Raiders, ahora mismo, es la número 26 en la NFL, concediendo 367 yardas por partido. Además, son el único equipo de la liga que no ha conseguido ni una sola intercepción, algo que es un récord de la historia de la competición para estar en la Semana 11. Y en cuanto a sacks, llevan 14, que les sitúa últimos también en esta estadística, empatados con los New York Giants. En cuatro de sus últimos seis partidos han permitido más de 30 puntos.

Es decir: el trabajo de Ken Norton ha sido de ponerle un muy deficiente.

No obstante, cuando se produce el despido de un coordinador a mitad de campaña es evidente que lo que se está haciendo es ofrecer un chivo expiatorio, una tapadera, para evitar males mayores. El responsable final es Jack Del Río, el responsable supremo es Reggie McKenzie, general manager, y eso no lo va a cambiar nadie eliminando de la ecuación a un subalterno.

John Pagano, que ostentaba el título de asistente del entrenador principal, ha sido ascendido a coordinador defensivo y es el que cantará las jugadas a partir del domingo. Va a necesitar suerte para armar una defensa con un grupo de jugadores que contiene al defensor del año reinante, Khalil Mack, y varias piezas más de talento, pero que carece de cohesión y, sobre todo, que adolece de un cuerpo de linebackers paupérrimo que lastra a todos los demás por ese agujero negro de yardas.

Los Raiders, con 4-6, están a un sólo partido de los puestos de playoffs en la AFC y a dos del liderato de la división, que pertenece a unos Kansas City Chiefs que también tienen su propia crisis en marcha. Los cuatro siguientes partidos del equipo, ante los Broncos, los Giants, los Chiefs y los Cowboys, tres de ellos en casa, marcarán su temporada. En verdad, nada está perdido para ellos. Sí que necesitan, sin duda, que la defensa mejore a toda velocidad y en gran cantidad. Y, de ahí, que sea entendible este cambio.