Un meteorito llamado Jon Rahm
Es Jon (Juan en euskera), no John. Y aunque su apellido sea Rahm, nació en Barrika (Vizcaya), a 16 kilómetros de Bilbao. Su padre es vasco, su madre de Madrid y uno de sus abuelos, Sabin, fue delegado del Athletic durante 33 años. El apellido procede de un antepasado suizo lejanísimo. Quizá por ese apellido que nos suena raro, por la confusión del nombre o porque después de abandonar el paraguas de la Federación Española en Madrid voló a formarse a la Universidad de Arizona State, donde se consagró como el mejor de los amateurs, sus éxitos estén resonando menos aquí. También contribuye a ello que su aparición como un meteorito en el ranking mundial (acaba su año cuarto, quinto en la PGA y tercero de Europa) haya coincidido con el gran éxito de Sergio García, campeón en Augusta.
Pero Rahm es una de las grandes noticias del deporte español. Tiene sólo 23 años y ha sido capaz de ganar en enero (Torrey Pines), en julio (Irish Open) y en noviembre, con su espectacular triunfo ayer en la final del Tour Europeo en Dubai. Vamos, que lleva enchufado todo el año en un deporte donde la fortaleza mental es clave. Muy valorable en un novato. En los 26 torneos que ha disputado, ha ocupado el top-ten en 14. Y en los majors, sólo ha fallado el corte en uno. Tiene temperamento y juego para ganar uno de ellos cualquier día. Sus tres triunfos y los tres de Sergio, más los torneos que alzaron Alvaro Quirós, Rafa Cabrera Bello y Adrián Otaegui colocan al golf español con nueve, un tope que sólo se alcanzó con Seve Ballesteros en ebullición (1986 y 1988). Apunten. Ha llegado Rahm, Jon Rahm.