Márquez se alía con la física para sus increíbles 'salvadas'
El campeón de MotoGP une al agarre de los neumáticos al asfalto el codo y/o la rodilla del lado que tumba, lo que se conoce como 'cuatro ruedas'.
Marc Márquez es humano, aunque a veces parezca un extraterrestre al manillar de su Honda. Seis veces campeón del mundo, cuatro de MotoGP, con 24 años e idolatrado por un talento descomunal que une a la magia de hacer cosas que los demás sólo imaginan. El motociclismo está rendido a su capacidad y sus victorias, pero también a una especie de embrujo referente a sus límites y el riesgo.
27 caídas jalonan su último título, pero otras tantas salvajes 'salvadas' han quedado grabadas en la mente de los aficionados. La penúltima, el pasado domingo en Cheste, cuando evitó una caída imposible, según reveló la telemetría, a 160 kilómetros, en tercera marcha y tras inclinar la RC213V hasta los 64 grados.
Ríos de tinta han corrido sobre los desafíos a la física que supone, el imposible ángulo alcanzado (aunque en los test de Brno 2014 alcanzó los 68 grados) o su rebeldía ante la teoría de la gravedad. La realidad es que Márquez no tiene el superpoder de cambiar las leyes físicas (discutible es si podría tener otros), pero sí cuenta con una 'estrategia' para realizar los milagros que evitan que acabe más veces por el suelo. Márquez se alía con la física y la ciencia para beneficiarse de lo que le pueden ofrecer.
Por un lado, la parte psicológica, crucial a la hora de afrontar retos difíciles. Marc va al límite y asume el riesgo para encontrar los límites de la moto. Eso le hace conocer hasta dónde puede llegar y eso sólo se logra cruzando anteriormente la barrera. "Únicamente conoces los límites cuando los sobrepasas", afirma a este diario un expiloto del Mundial.
Con la técnica en la mano, la explicación sería... igual de inexplicable. La caída llega cuando el neumático deja de tener agarre con el asfalto, pero un exceso de inclinación también lo provoca, salvo en algunas ocasiones para Márquez. El ilerdense del Repsol Honda utiliza una técnica: las cuatro ruedas. Basándose en su fuerza mental y su alta capacidad de concentración, Marc se ayuda de codos y rodillas para complementar los neumáticos.
Cuando supera los ángulos recomendados apoya codo, rodilla, o ambos, del lado que inclina a la vez que sigue acelerando para mantener la moto a una velocidad estable ayudando a recuperar una posición de equilibrio y estabilidad, algo para lo que el efecto giroscópico de ambas ruedas y el efecto caster (rueda pivotante) de la delantera son fundamentales. Además que las salvadas lleguen en situaciones avanzadas de carreras tiene una explicación técnica: con degradación más alta la goma es capaz de inclinar más ya que se deforma más y eso produce agarre incluso después de revasar el hombro y el flanco del neumático.
Márquez utiliza la física y sus asociados de manera única en el Mundial gracias a una cabeza que le mantiene siempre concentrado y atento a los avisos de la moto. Respecto a por qué no se hace daño al caerse la medicina tampoco puede ayudar a explicarlo. Eso sí, entrena y trabaja duro en ese aspecto con Genís Cuadros, su preparador físico desde hace doce años. El sesi veces campeón del mundo no puede evitar hacerse daño, pero sabe cómo es la mejor postura para caer y está preparado para cuando eso ocurre.