¿Qué fue de Andrei Arshavin: la última estrella del fútbol ruso?
El de Leningrado (actual San Petesburgo) fue una de las estrellas de la Eurocopa 2008, que ganó España, a la que no pudo eliminar en semifinales.
La Eurocopa de Austria y Suiza de 2008 cambió a toda una generación de jugadores. En España, supuso un gran cambio de mentalidad que llevó a un grupo de futbolistas de un talento excelente en una de las mejores selección nacional de la historia por juego y títulos. Esa Eurocopa cambió la vida de Xavi, Iniesta, Villa o Ramos pero también de un pequeño mediapunta ruso, Andrei Arshavin.
Andrei Arshavin (Андрей Аршавин en ruso) nació en Leningrado (actual San Petesburgo desde la caída de la URSS) el 29 de mayo de 1981. Desde niño, tendría un cuerpo menudo y delgado aunque su talento siempre llamaría más la atención que su tamaño. Fanático del fútbol desde bien pequeño, su primera oportunidad le llegaría de la mano de Vassili Kostrovski, director de la academia de fútbol Smena, ubicada en un humilde barrio petersburgués y que aún sigue siendo un vivero del balompié nacional.
Kostrovski era amigo de Arshavin padre y decidió “darle una oportunidad” tal y como cuenta en Fiebre Maldini el 8 de diciembre de 2008. “Desde el principio, daba órdenes en los entrenamientos a sus compañeros. A pesar de ser el más bajito, juntaba a los chicos a su alrededor. Era el líder” explica el presidente de la academia. Desde bien pequeño demostró ser un jugador de carácter además en un escenario complicado y lejos de cualquier tipo de los lujos del fútbol profesional. El futbolista estuvo en la academia hasta 1999, cuando ya en edad juvenil, entró en las categorías inferiores del Zenit de San Petesburgo, el club en el que se ha desempeñado la mayoría de su carrera.
Sólo un año después, en el 2000, Arshavin ya formaría parte de la primera plantilla de los petersburgueses. Durante los años venideros, iría ganando peso en la primera plantilla y su talento empezaría a despuntar en un Zenit en auge que empezaba a ser un habitual en las competiciones continentales. En la 06-07, empezó a despuntar en Rusia siendo la estrella de la plantilla que ganó la primera Liga para el Zenit desde 1984.
Además, ese año consiguieron la clasificación para la Copa de la UEFA y otro título más, la Supercopa de Rusia contra el Lokomotiv de Moscú.
Sería precisamente en la UEFA de la siguiente temporada donde empezaría a destacar en el fútbol continental. El conjunto ruso se clasificó como tercero de grupo (los grupos eran de cinco integrantes y los tres primero pasaban a dieciseisavos) con cinco puntos. En la fase eliminatoria, el Villarreal sería su primer rival al que eliminarían por el valor doble de los goles. De la misma manera lo harían con el Olympique de Marsella en octavos. En cuartos, el Leverkusen fue goleado, igual que lo sería el Bayern de Múnich en semifinales (4-0 en San Petesburgo en la vuelta después de 1-1 en el Allianz). En la final, celebrada en el City of Manchester (actual Etihad Stadium), el Zenit ganó por 2-0 al Rangers y se proclamó campeón de la UEFA, dando a conocer la potencia del fútbol ruso que crecería poco a poco a lo largo de los años venideros.
Su buena actuación con el Zenit de San Petesburgo le valió a Andrei Arshavin para entrar en la convocatoria de Guus Hiddink para la Eurocopa de 2008, el que será el torneo que marcará su carrera para siempre. Curiosamente, el torneo no empezó nada bien para Arshavin. El ruso arrastraba una sanción y no pudo disputar los dos primeros partidos de la Euro (4-1 contra España en su primer partido y 0-1 contra Grecia en el segundo).
Con la Roja con la clasificación en el bolsillo y los helenos ya desahuciados, Arshavin debutaría en la Eurocopa en un partido clave para su selección, un duelo a vida o muerte contra Suecia por la segunda plaza del grupo. El 10 fue determinante haciendo el segundo gol que certificaría su presencia en la segunda fase del torneo a pase de Yuri Zhirkov, otro de los jugadores más destacados de aquella selección.
En octavos, esperaba una potente Holanda (Sneijder, Robben, Van der Vaart, Van Nistelrooy, Van der Sar, Van Persie) pero Arshavin hizo uno de sus partidos más memorables. Quizá la actuación que, de verdad, dio un vuelco a su carrera. El de Leningrado se echó el equipo a la espalda e intentaba generar peligro con cada balón que recibía. Atravesó como un cuchillo la defensa holandesa que le paraba con faltas cada vez más duras. Suyo fue el pase que inició la jugada del gol ruso (Pavlychenko, min. 56) que Van Nistelrooy igualó para mandar el partido a la prórroga. En el tiempo extra, Arshavin entró por la banda izquierda y, aunque muy forzado por el defensa ‘oranje’, se sacó un centro bombeadísmo desde la línea de fondo que Torbinski empujó ante la imposibilidad de Van der Sar, totalmente superado, de evitar el tanto. Arshavin certificó su actuación con el gol que metía a Rusia en semifinales, un mano a mano con Van der Sar que solventó con un tiro raso y potente al palo contrario.
El 10, lejos de una celebración eufórica, se puso el dedo en los labios en señal de silencio, una celebración que haría característica en adelante. En las semifinales, España jugaría uno de los mejores partidos de su historia (para muchos, el mejor de los tres torneos que se ganaron). Los de Luis Aragonés, a la postre, campeones, apearon a los de Hiddink con un contundente 3-0 pero Arshavin entraría en el once ideal del torneo y en la lista de pretendidos de la mitad de los grandes conjuntos europeos.
El Barcelona intentó ficharle
Ese verano, un FC Barcelona que venía de quedar tercero en Liga y además, tener que hacerle el pasillo al Real Madrid en el Bernabéu, estuvo verdaderamente interesado en su fichaje pero el Zenit desestimó todas sus ofertas (llegaron a los 15 millones de euros). Arshavin, abiertamente fan del FC Barcelona, se quedó en San Petesburgo pero solo hasta enero. Antes, eso si, le dio tiempo a visitar el Bernabéu con el Zenit en un partido de Champions League donde un proceso febril no le dejó mostrar su mejor nivel (3-0 con doblete de Raúl y gol de Robben).
Aunque su visita al Bernabéu no fue deslumbrante, el club blanco también anduvo detrás de su fichaje que tampoco se llegó a concretar. Pocas semanas después, ya en enero de 2009, el Arsenal subiría la puja hasta los 18 millones de euros para que Arshavin se convirtiera en ‘gunner’. Su primera temporada y media, fue un soplo de aire fresco para el equipo de Wenger y además, dejó otra actuación memorable: un poker al Liverpool en un 4-4 en Anfield el 21 de abril de 2009. Tarde en la que, como no, volvió a mandar callar tras los goles.
Su paso por el Arsenal tuvo menos luces que sombras y más, cuando el ruso quería seguir saliendo al Barcelona pero el conjunto culé ya no tenía hueco para él. "Sí tuviera la oportunidad de vestir la camiseta del Barça, sería realmente feliz" dijo a The Sun en verano de 2009, cuando el Barça vivía un ciclo histórico a las órdenes de Pep Guardiola. El ruso fue perdiendo peso en las alineaciones y el Arsenal decidió cederlo al Zenit, para ver si cerca de casa se reencontraba con su mejor versión.
No fue así y, al regreso de su cesión y al término de la temporada, volvió libre al Zenit. Su segundo regreso a San Petesburgo, sólo duró dos temporadas y se marchó al Kuban Krasnodar, donde se reunió con Roman Pavlychenko, su enorme compañero de delantera que también estaba de regreso a Rusia desde el fútbol inglés (después de su papel en la Eurocopa 2008, le fichó el Tottenham donde marcó 21 goles en 78 partidos.
Fichó por el Lokomotiv y luego por el Krasnodar). Después de solo 8 partidos con el Kuban Krasnodar, Andrei Arshavin vuelve a disfrutar del fútbol en el FC Kairat Almaty de Kazajstán, donde lleva dos temporadas en las que ha vuelto a dejar varios detalles del futbolista que deslumbró a Europa aquel verano de 2008. Aunque sigue en activo, el de San Petesburgo no ha vuelto con la selección desde 2015 y no le veremos volver a enfrentarse a España el próximo martes 14 y, posiblemente, tampoco en el Mundial que se celebrará el próximo verano en su país.