LeBron incendia el Knicks-Cavs; Kanter: "Nos faltó al respeto"

Esta noche (01:30) los Cavaliers visitan el Madison Square Garden con, cosa rara en los últimos años, peor balance (6-7 por 7-5) que los neoyorquinos, que viven en un lapso de felicidad también muy poco habitual en los últimos tiempos. Dejando atrás la era Carmelo y entrando de lleno en la del Unicornio (Porzingis promedia 30,4 puntos, 7,3 rebotes y 2,3 tapones por partido), los de Jeff Hornacek han ganado siete de sus últimos diez partidos, tienen el noveno mejor ataque de la NBA y están integrando a su gran apuesta del último draft, el base francés Frank Ntilikina (casi 5 puntos y 5 asistencias de media después de empezar curso con problemas físicos).

Ntilikina fue número 8 de un draft en el que con el 9 los Mavericks se llevaron a otro base, un Dennis Smith Jr (ha arrancado en 14,8 puntos y 4,9 asistencias) que para muchos tenía que haber sido la elección de los de la Gran Manzana, que sin embargo optaron por una táctica arriesgada que ya funcionó en 2015, cuando le dieron un por entonces algo inflado (ahora cuesta creer que fuera así) número 4 a Porzingis. El sábado los Cavaliers jugaron en Dallas y LeBron James, que tiene además buena relación con Dennis Smith, aprovechó para alabar al rookie de los Mavericks con un palo a priori innecesario al de los Knicks… o más bien a la franquicia que eligió justo antes de la texana: “Los Knicks dejaron pasar a un jugador de los buenos. Esto irá a los titulares pero Dennis Smith debería estar en los Knicks”.

Porzingis y Kanter arropan a su rookie

Y hoy los Cavaliers juegan en el megaescaparate del Madison, todavía en busca de sensaciones positivas y ante unos Knicks al alza que les arrasaron en The Q (95-114). LeBron. que a estas alturas no da puntada sin hilo, quizá trataba de azuzar el fuego del partido para mantener en tensión a su equipo, al que le está costando una barbaridad poner los cinco sentidos en la pista. El caso es que, como mínimo, consiguió su objetivo en lo referente al rival y su afición ya que en los Knicks se ha tomado como algo personal las palabras del Rey de Akron.

El ambiente será de noche importante, aunque estemos en noviembre, mientras los jugadores de los Knicks arropan a su rookie: “No lo cambiaría por ningún otro, no sé por qué dijo LeBron lo que dijo”, dice Porzingis. Y Kanter (que ya tuiteó ‘no gracias, nos quedamos con el que tenemos’) fue más allá: “Este es mi rookie. Este es mi equipo, esta es mi franquicia. No vamos a dejar que LeBron falte así al respeto a Frank, que está haciendo un trabajo increíble y que trabaja duro todos los días. Me da igual que sea LeBron o el que sea, no voy a tolerar que se falte al respeto. En este equipo todos sabemos lo que hacemos, por eso me ha enfadado tanto lo que ha dicho. Vamos hombre, estás hablando de un novato. No puedes soltar cualquier cosa así… Sé que LeBron es un buen tío… ¿pero por qué ha dicho eso precisamente contra los Knicks? Hubo otros siete equipos antes que tampoco eligieron a Dennis Smith…”.

Ntilikina, por su parte, mantiene bajo control sus emociones antes de un partido en el que sabe que estará bajo la lupa: “Así es la vida, cada uno puede decir lo que quiera. No le va a afectar al equipo y no me va a afectar a mí. Vamos al partido para ser igual de competitivos que en cualquier otro, para jugar igual de duro y con la misma agresividad que siempre. Yo no tengo nada que probar a nadie más que a mí mismo y a mi equipo. Lo que digan los demás me da igual”.

Más allá de preparar la escena para un partido de alto voltaje y meter energía en su vestuario, no hay que olvidar las críticas que LeBron cruzó la temporada pasada con Phil Jackson, que ya no está en los Knicks pero al que en realidad podía ir dirigido este dardo del '23' de los Cavaliers.