Otro Clásico en el laboratorio
Como es tradición en la fase regular de la ACB, el Clásico de esta tarde no decidirá nada. Si el Barça, que llega más necesitado, es derrotado, nada será insalvable. Pero un Clásico es un Clásico y siempre se va a vivir con pasión. A la ACB no se le pueden negar buenas intenciones. Este año ha movido su calendario dirigido y, en lugar de fijarlo para Navidad, donde empiezan a acumularse eventos, ha escogido una semana de parón futbolero. Además de los 144 países con derechos de imágenes, transmitirá el partido para Estados Unidos o China a través de sus redes sociales. Si se trata de expandir la marca Clásico, qué mejor que unirse a LaLiga. El 31 de octubre nació la Asociación de Ligas Profesionales Españolas (LaLiga, ACB, LNFS y Asobal). Ojalá, una plataforma de despegue.
Vamos al parqué. Ahí también hay laboratorio. El Madrid ha inscrito en hora al gigante Tavares para el partido, pero los sistemas de Laso deben sonarle a chino. Así que los blancos, que vienen de perder en Tel Aviv, tendrán que apañárselas para ganar con el famoso small ball (juego de bajitos) que empieza a introducirse en el léxico del baloncesto por influencia NBA. Focos, de nuevo, para el maravilloso Doncic. El Barça es una moneda al aire. Navarro se convertirá en el jugador que más Clásicos ha jugado (chapeau, 63), pero hasta siete jugadores son debutantes: Seraphin, Pressey, Hanga, Heurtel, Oriola, Moerman, Marc García. El proyecto de Sito Alonso y Nacho Rodríguez necesita tiempo. Los Clásicos, sin embargo, no admiten excusas aunque se jueguen en el laboratorio.