El Barça recupera la moral a costa de un Madrid sin pegada
Moerman y Sanders lideran el triunfo azulgrana en el WiZink Center. Primera derrota blanca en Liga. Tavares debutó y se le vio algo perdido.
El Clásico latió al ritmo de Doncic durante siete minutos, los siete primeros, cuando el canterano sumaba su décimo punto justo antes de irse al banco: 19-12. Sito Alonso apostó entonces por Pau Ribas como base en lugar de Heurtel y Tomic al cinco, en duelo directo con el debutante Tavares, aún fuera de onda. El Barça le cogió el pulso al duelo para no perderlo hasta el final.
La batalla se movió en adelante en márgenes muy estrechos. Los azulgranas tocaron los seis puntos de ventaja a 11:50 del final en plena exhibición de Moerman, que se creció desde el triple tras buenos pases de sus compañeros y luego se atrevió a mucho más. Diez tantos del francés en ese tercer periodo en el que los de Laso dieron alas al rival con dos pérdidas de Campazzo de salida.
El Barça hizo virtud de su defensa, se parapetó de la pegada blanca y asistimos al tramo más espeso del Clásico, Randolph necesitaba once intentos para lograr su primera y única diana. La retaguardia culé lidiaba mejor con Doncic, que volvía a forzar varios tiros (6 de 17). El único indiscutible era Reyes: enorme trabajo en el rebote ofensivo (diez capturas, seis en ataque). Un mate de Tavares a la carrera subía, sin embargo, el empate a 61.
El último cuarto arrancó también gris, con dos minutos en blanco, pero aparecieron Navarro (sus seis tantos llegaron entonces) y Rudy con varias acciones positivas para animarlo. Sanders tomó el testigo haciendo mucho daño al poste a Doncic hasta que le cogió Rudy. A falta de tres minutos, Carroll la embocó de tres para poner el 77-75. Ahí desapareció el Madrid, que esta vez igualó la batalla reboteadora pero careció de pegada: un pobre 38% en tiros de campo y, como consecuencia, solo 12 asistencias. Heurtel, que agrupó malas decisiones durante toda la tarde, sentenció (o casi) con un tirito a tabla desde cuatro metros en su enésima embestida. La buena, la ganadora: 78-81.
Tiempo muerto, saque de Rudy desde campo de ataque y balón a contrapié para Randolph que se extravió por el otro lateral de la pista. El Real no pudo ni lanzar para intentar forzar la prórroga. Tercera derrota en los cuatro últimos partidos, la primera en la ACB. Todavía líder en la Liga, eso sí, igualado con el Valencia. El Barça, en cambio, recupera la moral en cancha enemiga tras seis derrotas en los anteriores seis duelos. El Clásico tiene vida aparte, cambia sensaciones.