Irlanda se presentó en Copenague con la consigna de no perder su identidad . Con un fútbol directo y un equipo muy compacto impidió que Dinamarca estuviese cómoda y tuvo opciones de irse con un mayor premio. Pero el empate sin goles final deja todo por decidir para el próximo martes en Dublin donde en 90 minutos se decidirá qué país estará en Rusia.
Ambos equipos llegaban en un buen momento. Los daneses encadenaban siete partidos sin perder para meterse en esta repesca mundialista para volver a un campeonato mundial tras su ausencia en Brasil 2014. Con mucho que ganar y poco que perder llegaban los irlandeses tras conseguir in extremis su match ball mundialista en el último partido ganando a Gales y siendo la selección que menos opciones tenía de meterse en su grupo. Rompió las estadísticas y logró una plaza que ahora quiere aprovechar. Y el partido empezó como se esperaba . Con Dinamarca mandando y dominando, pero con Irlanda saliendo a la contra con mucho peligro y aprovechando cada balón parado. Los daneses empezaron pronto a crear peligro, pero apareció Randolph con una doble parada a Larsen y Cornelius para mantener su portería a cero. Lo intentó también Eriksen desde fuera del área con el mismo desenlace . El del Tottenham era el motor de los vikingos en ataque y su potente tiro una de las soluciones del equipo cuando no encontraba espacios. La mejor de la primera mitad la tuvo Pione Sisto. El del Celta no aprovechó una clara ocasión. Clark le regaló un balón a Eriksen que remató y, en el rechace y con el portero batido, Sisto mandó el balón directamente fuera. Con los minutos, Irlanda empezó a coger aire según iba bajando el empuje local. McClean tuvo la primera llegada y Hendricks dio el primer aviso tras una c abagada de Christie, pero su remate acabó en córner. Sin goles, se llegó al descanso.
Tras la reanudación, el partido siguió por los mismos derroteros. Nadie quería ser el primero en encajar y Dinamarca, que era el que más lo intentaba, tampoco arriesgaba en exceso. Ya lo dijo en la previa Hareide que el empate a cero era buen resultado. El partido se equilibró y las ocasiones iban menguando. Poulsen lo intentó desde fuera del área y Clark en el otro área no llegó a un gran pase de Bardy . En medio del carrusel de cambios y con los dos equipos buscando su última ocasión, aparecieron los metas. Primero Schmeichel para sacar un gran remate de Duffy y después Randolph a remate de Poulsen. Intentó apretar un poco más la selección danesa que jugaba en su campo, pero ambos dieron el resultado por bueno y el pase mundialista se decidirá finalmente en Dublin.