McLaren: "Sin el motor Renault, Alonso no se habría quedado"
Zak Brown reconoce que en el Gran Premio de Canadá decidieron que debían buscar una alternativa a Honda.
Optimismo. Ilusión. Seguridad. Así se podría definir el estado de ánimo que reina en Woking. Tras confirmarse el divorcio con Honda y el acuerdo con Renault, McLaren trabaja las 24 horas en un monoplaza con el que pretenden luchar con Mercedes, Red Bull y Ferrari.
Una separación con Honda tras tres complicados años debido a la falta de rendimiento y fiabilidad de la unidad de potencia nipona, cuyas negociaciones comenzaron en el Gran Premio de Gran Bretaña: "Probamos una solución con Honda en la pretemporada porque no queríamos el divorcio antes de intentar resolver los problemas técnicos. En Mónaco entendimos que, a pesar de todos los esfuerzos, discusiones y la ayuda que Mercedes le dio a Honda, no hubiéramos llegado a un acuerdo con la situación. En Canadá decidimos que necesitábamos un plan B. Y en Silverstone, a finales de julio, comenzamos las negociaciones reales, pero todas las piezas del rompecabezas se colocaron solo unos días antes del anuncio, que fue a mediados de septiembre".
Brown destaca la unión que todo el equipo ha tenido durante estos tres últimos años: "Fue crucial permanecer unidos, a pesar de la frustración. Ganar juntos y perder juntos. En los últimos años sólo perdimos juntos, pero nadie ha señalado al otro. Fernando y nosotros vemos victorias en el futuro. Las dificultades nos han hecho más fuertes. Cuando regresemos a lo más alto del podio, será una sensación muy dulce".