Lillard liquida a OKC en medio de la polémica: 'Melo', expulsado
El base (36+5+13) acabó con unos Thunder en balance negativo (4-5). Donovan: "Jamás había visto a alguien acabar expulsado tras hacer un 2+1".
Menos de 5 minutos para la conclusión del tercer cuarto (68-57). Carmelo Anthony intenta lanzar a canasta pero la defensa de Maurice Harkless se lo impide. El alero se queja de un golpe en el rostro pero la jugada continúa y este penetra a canasta, donde se encuentra con la ayuda de Jusf Nurkic. Consigue anotar y los árbitros señalan personal del bosnio, quien queda en el suelo. En un primer momento... Al revisar la jugada, rectifican. La canasta no sube al marcador e indican una falta flagrante de tipo II a Melo que supone su expulsión inmediata del partido.
"En la historia de este deporte nunca había visto que un jugador que consigue un 2+1 acabe expulsado", proclamaría Billy Donovan poco después. El técnico de los Thunder criticaba así una decisión polémica que el árbitro Rodney Mott explicaba poco después: "Valoramos que el contacto fue excesivo y que no se trataba de un movimiento natural. Se quitó a Nurkic de encima golpeándole en la cara con el codo antes de lanzar. Falta flagrante de tipo II".
Más allá de si el codazo, que lo hubo, fue intencionado o no el partido continuó. Y los Blazers aprovecharon la situación para ampliar la renta a 17 puntos (75-58). De la mano de Westbrook (25+6+9) y Paul George (27+5+2 y 3 robos) Oklahoma City reaccionó y llegó con opciones a unos instantes muy entretenidos gracias al acierto minutos de gran acierto exterior. A 20 segundos para la conclusión, Westbrook tuvo tres tiros libres para poner a los Thunder a un solo punto, pero erró los tres lanzamientos. No es casualidad, este curso registra un paupérrimo 58,8% (30/51) desde la línea de personal. Un acierto inferior en un 23% al promedio de su carrera. Otro final apretado que se les escapa a unos Thunder en balance negativo: 4-5. Ofrecen pildoritas de su potencial, pero les falta regularidad en su juego.
Lillard time
Tras un flojo arranque, Damian Lillard le ha encontrado la medida a esta campaña 2017-18. El base completó una soberbia segunda parte para dirigir el triunfo de los Blazers (6-4) en su cuarta noche consecutiva por encima de los 30 puntos. Se quedó en 36 (con 10/18 en tiros), 5 rebotes, 13 asistencias y solo 2 pérdidas, además de volver a aparecer en el último minuto con una penetración marca de la casa. Ya saben, el Lillard time. "Cada partido salgo con la misma actitud, aunque cuando enfrente tienes al último MVP uno debe aceptar el desafío. Si no estás dispuesto a ello sabes que te va a quitar la comida. Si no doy un paso al frente, ¿cómo la va dar mi equipo?", analizó el base, quien estuvo bien respaldado por McCollum y Nurkic (47 tantos entre ambos).