Con el segundo objetivo cumplido, el Barça sabe que le aguarda lo más duro
Satisfacción en el equipo de Valverde por el liderato, pero también hay consciencia de que hay mucho a mejorar.
El Barcelona ha llegado al segundo parón de la Liga a causa de las selecciones tras once jornadas disputadas con una hoja de servicios envidiable en las tres competiciones que afronta. En la Liga, líderes tras diez victorias y un empate en el Wanda Metropolitano; en la Champions, líderes también de su grupo con tres victorias y un empate a un punto de certificar el primer puesto del grupo y en la Copa, la primera eliminatoria está prácticamente superada tras ganar por 0-3 al Murcia. Por tanto, el plan de ruta diseñado a principio de temporada por Valverde y sus colaboradores se está cumpliendo a la perfección, pero no obstante, en el staff técnico son perfectamente conscientes de que hay aspectos para mejorar.
Esos aspectos tendrán una piedra de toque a partir del próximo sábado 18 de noviembre, cuando el Barça inicie en Butarque la tercera fase de temporada que culminará con la visita al Santiago Bernabéu para disputar el Clásico ante el Madrid que cerrará el 2017. Desde que se supo el calendario, en el vestuario eran conscientes de que esta tercera fase iba a ser la más complicada de todas.
De entrada, lo que queda del mes de noviembre hace subida. Deberá afrontar el Barcelona tres salidas consecutivas: además de la reseñada a Leganés, deberán visitar en una semana a la Juventus y el Valencia, dos partidos más que exigentes.
Para afrontar este reto, es prioritario mejorar aspectos del juego, como el de la producción ofensiva que se personaliza en los números de Luis Suárez. El uruguayo lleva tres goles en lo que va de temporada y no se le ve cómodo en el campo, ni mental ni físicamente. En este sentido, a Suárez le va a ir muy bien tomarse un respiro estos quince días en los que no va a ir convocado con su selección. De cara a este exigente tercer tramo de competición, sus goles van a ser necesarios.
Otra de las obsesiones de Valverde es la de evitar que el equipo se ensimisme mirando la clasificación y, especialmente, la ventaja de ocho puntos que los catalanes le llevan al Real Madrid. Nadie en el Camp Nou descarta al Madrid y se tiene muchísimo respeto a un Valencia que, Copa aparte, juega un partido a la semana y que está demostrando ser uno de los mejores ataques del campeonato. Dos equipos ante los que el Barcelona va a tener que medirse en este tramo de la competición que irá de mediados de noviembre a Navidad.
Según como se llegue al final de esta fase, que coincidirá con las vacaciones navideñas, se evaluará la posibilidad de reforzar el equipo para tratar de mejorar en los aspectos más débiles del equipo. Lo que es seguro es que Valverde tiene el compromiso de la secretaría técnica de que le aligerarán la plantilla y que habrá alguna salida, la de Arda es prioritaria.
En cuanto a las incorporaciones, lo primero es ver si Dembélé y Rafinha ya están aptos para sumar en el campo, pero no se descarta acudir al mercado. Coutinho vuelve a ser el gran objetivo, pero las dificultades van a ser tantas, o más, que las que supusieron el pasado verano un muro insalvable para los negociadores barcelonistas.
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