RIVER PLATE 1 - BOCA JUNIORS 3
Festejo monumental de Boca
Los goles de Cardona y Nandez decidieron un Superclásico en el que hubo dos expulsados, Fernández y Cardona. Ponzio hizo el gol del empate con un derechazo lejano.
Boca se impuso a River en el estadio Monumental por 2-1. El equipo de Guillermo Barros Schelotto, sin jugar bien, supo definir el partido al ser más efectivo en el área rival. Rossi contuvo las tres chances de gol de River, y Lux no pudo con dos de Boca. Con poco fútbol, pero mucho carácter de los dos equipos, las expulsiones de Nacho Fernadez y de Cardona más los goles hicieron un partido electrizante.
River llegó golpeado al Superclásico. El factor anímico de haber perdido la semis de Copa Libertadores con Lanús gravitó en algunos jugadores, en el nerviosismo con el cual llegaron al clásico. Nueve amonestados y dos expulsiones, son la radiografía de un partido que se jugó con más esfuerzo que fútbol.
Boca se impuso en el primer tiempo sin jugar bien por una genialidad de Cardona. El Millonario jugaba mejor y se había adueñado del partido, aunque Boca había inquietado con algunos intentos desde afuera del área. Los 'Xeneizes' esperaban agazapados el error para golpear de contra. Y el empate era el resultado que definía mejor las imprecisiones de los dos equipos en las áreas.
River jugó apenas un poco mejor. Presionó cerca del área de Boca. Dominó la tenencia de la pelota, estuvo muy preciso con los pases. Pero no era profundo. Jugaba nervioso, con la urgencia de hacer olvidar el partido negro frente a Lanús.
Y puede que ese nerviosismo haya afectado a Nacho Fernandez quien, de manera inusual, saltó con la pierna levantada y le dio una patada al pecho de Cardona. Pitana le mostró la tarjeta roja. Y la expulsión del volante modificó el plan inicial del equipo de Marcelo Gallardo. Cardona de tiro libre marcó el gol de los 'Xeneizes' a los 38 minutos del primer tiempo. Fue un golazo. El colombiano, 'a lo Riquelme'. consiguió poner la pelota por encima de la barrera a colocar arriba, al ángulo del palo de Lux, quien no llegó a atajarla.
Con la derrota, River necesitaba inteligencia y un efuerzo extra para recuperarse del doble golpe de la expulsión de Fernandez y del gol. No hubo buen juego, si fluidez. El equipo Millonario dolido, intentó empatar el partido apostando menos a la tenencia y más con un juego más vertical que complicó a los defensores xeneizes. La primera chance de marcar el gol del empate, lo tuvo Scocco quien eludió a Magallán pero se lo contuvo Rossi. Lo tuvo también de La Cruz, después de un tiro libre de Ponzio pero la pelota se fue cerca del segundo palo de Sara.
Expulsado Cardona el autor del gol, en un cruce con Enzo Perez, en el que el árbitro Pitana creyó ver un codazo en la cara que no fue, y compró la simulación del jugador de River. Antes de esa jugada, el volante había cortado un avance peligroso de Benedetto y su experiencia indujo al árbitro a comprar la falta que significó la expulsión del colombiano autor del gol xeneize.
Después de la roja, Gallardo mandó a la cancha a Auzqui y retiró al defensor Maidana y quedó con línea de tres, arriesgando para intentar empatar el partido, con más corazón que fútbol. El empuje de River descolocó a Boca, que debió hacer retroceder a Pavón sobre la izquierda, para equilibrar mejor el medio campo y contener los avances de River con Auzqui.
Y llegó el gol del empate con la potencia de Scocco para encarar, un De La Cruz con el pase atrás, y con Leo Ponzio que llegó a la pelota y sacó un derechazo inatajable para Rossi. En el momento justo apareció el capitán de River para equilibrar el marcador cuando faltaban 20 minutos para el final.
Pero River jugaba a todo o nada. Dejaba muchos espacios atrás. Y lo aprovechó Nández quien marcó el segundo, después de un pase perfecto de Pablo Perez. Cada contra de Boca parecía ser medio gol, pero estaba Enzo Perez para evitarlo; se jugó la vida en cada pelota que hizo aún exigiéndose con el dolor en el muslo derecho que casi lo marginó de este partido: cruzó a Barrios para evitar el remate al arco de Lux. Y debió retirarse dolorido, reemplazado por Borré. Los últimos minutos, River jugó con cinco jugadores en defensa y cinco en ataque para intentar la gesta de empatar el partido.
Jugando al todo por el todo, River no consiguió revertir el resultado y cayó, de pie, por 1-2 en el Superclásico, quizás el último con Gallardo como entrenador, que pretendía conseguir una victoria que encarrilara a su equipo en la Superliga después de la derrota en la Copa Libertadores frente a Lanús. Boca, mejor equipo del torneo, se llevó la victoria. Tres puntos que lo alejan aún más de sus competidores: le sacó 12 puntos a River y nueve a su escolta San Lorenzo.