Maratón de Nueva York: 52.000 corredores y un blindaje extra
Este domingo se disputa la mítica carrera. Ghebreslassie y Mary Keitany, favoritos a la victoria en una prueba marcada por el atentado del martes.
Camiones para bloquear las calles, francotiradores, perros amaestrados, miles de agentes y muchos de paisano, helicópteros, equipos de intervención inmediata... La Maratón de Nueva York, que se disputa hoy (14:45), saldrá “blindada” después del atentado del pasado martes en Manhattan, donde fallecieron ocho personas. “Mi mensaje es que será una carrera muy segura”, afirmaba Bill de Blasio, alcalde de la ciudad: “Hemos doblado todos nuestros equipos, si ven más policias es para que se sientan protegidos”.
Y en medio de ese despliegue, “mayor que tras el 11-S de 2001 o que en 2013 tras los atentados de Boston”, saldrán más de 52.000 corredores dispuestos a cumplir el gran sueño del runner: correr 42,195 kilómetros y rematar en Central Park. El gran día para corredores de todo el mundo: americanos, europeos, asiáticos, africanos... Y de todos los perfiles: trabajadores, celebrities, atletas de élite...
El primero en llegar a meta en 2016 fue el eritreo Ghirmay Ghebreslassie, que defenderá su corona en la Gran Manzana. “No será un trabajo fácil volver a ganar”, contaba Ghebreslassie, que tendrá enfrente a Wilson Kipsang, ganador en 2014, explusmarquista mundial y que se retiró en Berlín cuando llevaba 30 kilómetros. Sorprendentemente anunció que estaría en Nueva York. Debuta en la distancia Geoffrey Kamworor, también de Kenia, y campeón mundial de cross. En mujeres, más Kenia. Mary Keitany aspira a su cuarta corona seguida, camino del mito. Si gana, sólo Grete Waitz le superará con nueve títulos.
En Nueva York, maratón nacida en 1970, siempre ocurren cosas mágicas. En esta ocasión correrá Kathrine Switzer, a sus 70 años, en el 50 aniversario de su gran gesta: ser la primera mujer en acabar la Maratón de Bostón en 1967, pese a un terco juez. Esta pionera logró ganar en Nueva York en 1974 y ahora volverá a rodar por la ciudad que nunca duerme, “blindada” y con más de 2,5 millones de aficionados en sus calles.