Curiosidades del fútbol en los años 30
LA SALIDA DESDE LA CASETA
Al llegar al estadio, los jugadores necesitaban cambiar su atuendo. Y unas casetas, que se soían colocar en una de las esquinas del campo, servían de improvisados vestuarios donde vestirse con comodidad y normalidad.
BALONES COMO PIEDRAS
El balón, lo único imprescindible para el juego, se fabricaba en tiras de cuero cosidas a mano que rodeaban la cámara de caucho. Era duro como una roca y de tonos ocuros
Foto:Carlos MartínezDiario AS
BORCEQUÍES, COSIDOS A MANO
Dicen los zapateros que los borcequíes, que así se denominaban las botas de fútbol por aquella época, se hacían con esmero. Cuero y piel, cosidos a mano, daban muestra de austeridad. 16 pesetas costaba un buen par.
Foto:Carlos MartínezDiario AS
CARNET DE AMOR AL CLUB
El carnet de socio demuestra qu el portador es más que un aficionado. El compromiso en defensa de unos colores se refleja, apenas iniciado el profesionalismo, en una cartulina con el nombre y la foto.
LA RECTITUD DE UN ÁRBITRO
La regla dice que el árbitro es juez supremo de la disputa futbolística. Y como tal, se viste. De recta apariencia, los primeros colegiados saltan al terreno de juego con una elegante chaqueta negra sobre una camisa blanca.
El fútbol en los años 30
La vestimenta del jugador semeja la del guerrero antes de comenzar la pelea: una boina o un pañuelo protegen la cabeza de la dureza del balón. La ceñida camiseta y el ancho calzón llevan el color del club.
CUÁDRUPLE PORRA
La primera quiniela futbolística consistía en acertar el resultado de 7 partidos. El escrutinio se hacía de modo manual y por ello había que rellenar cuatro cupones iguales (A,B, C Y D). Dos de ellos eran el justificante de la apuesta.
ESTADIOS A LA INTEMPERIE
El juego debía disputarse en un espacio que permitiera al público disfrutar con él. Por ello se levantaron gradas alrededor del césped y se colocaron puertas de acceso a las mismas. Nadie pensó en la lluvia.
LO SUYO ES AFICIÓN
Los espectadores, mayoritariamente varones, disrutan animando a los suyos. Con aspecto sobrio, corbata alcuello y traje de chaqueta, ir al estadio se convierte en la gran afición del español medio, junto con la fiesta de los toros.
RIGOR Y SENCILLEZ
Para entrar al estadio el aficionado precisa un resguardo acreditativo. Es la entrda. Un color y una numeración para cada parte del campo sirve para guiar al hincha. El rigor y la sencillez son básicos.
UNA PEQUEÑA VALLA
Los primeros estadio trataban de buscar la comodidad de los espectadores a la hora de ver los partidos de fútbol. Tan sólo una pequeña valla de madera separaba a los futbolistas del apasionado público.
EL PORTERO Y SU MUNDO
La peculiaridad de su puesto le hace una especia diferente y su vestimenta habla por él. En los inicios llevaban gruesos jerseis oscuros, pantalón hasta las rodillas ( cubiertas con rodilleras) y medias.
EL PASEO DE LA PIZARRA
Cada estadio tiene su marcador ( casi siempre en un poste), que refleja el resultado del partido que está presenciando. Para informar del reto de la jornada, uno o dos muchchos pasean la pizarra con el marcador de otros campos.
EL FÚTBOL EN PORTADA
La primera portada del semanario AS sobre la Liga, de noviembre de 1932, habla de una información en la que prima la imagen, a pesar de las rudimentarias cámaras fotográficas. El fútbol ya es el deporte rey para los lectores
PIONEROS DE LA FOTOGRAFÍA
El éxito de la competición vive de su facilidad para retratar el esfuerzo de los atletas de elite. Son los fotógrafos deportivos, dispuestos a inmortalizar cualquier gesto desde que existe el fútbol