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Somos privilegiados al vivir la época de José Altuve

Históricamente, el liderazgo entre los venezolanos en Grandes Ligas ha cambiado de manos con una constante evolución ligada a los éxitos. Una renovación de talento que esperemos sea inagotable.

Comenzó por allá con el pionero Alfonso ‘Chico’ Carrasquel; luego irrumpió nuestro Salón de la Fama Luis Aparicio; vino la cosecha de David Concepción con la Maquinaria Roja; apareció el poder de Antonio Armas; llegó la época de Galarraga y Vizquel; pasaron los grandes años de Johan Santana; surgió el fenómeno llamado Miguel Cabrera y en la actualidad; José Altuve es el dueño de ese pedestal.

Altuve terminó una temporada mágica con el primer título en la historia de los Astros de Houston. Si algo faltaba para convertirse en la cara histórica de la franquicia; con el respeto de Craig Biggio, el anillo de campeón será un gran argumento a favor del venezolano. 

Aunque su bate se encarga de que su estatura pase desapercibida, vaya talento hubiese perdido el béisbol si el maracayero no conseguía firmar para el profesional.

Alfredo Pedrique, que en los últimos días ha sonado como candidato para dirigir a los Yankees en la temporada que viene, nos comentaba en una entrevista para el diario AS lo insistente que fue Altuve en su época juvenil, con 16 años de edad, cuando le pedía que no le diera dinero, que tan solo le permitiera demostrar su talento.

Esa humildad que mostraba en su adolescencia, no la ha perdido. Cada vez que fue consultado durante esta temporada por sus grandes números, por su candidatura sólida al MVP, siempre respondió en tercera persona, destacando a su equipo.

Incluso, dijo en una oportunidad que le daría a Aaron Judge el premio al MVP de la Liga Americana. Hasta los más grandes se equivocan, porque es claro que Altuve debe ganar el galardón y convertirse en el segundo venezolano en lograrlo, tras Miguel Cabrera en par de oportunidades (2012 y 2013).

Altuve fue crucial en cada momento de la temporada para los siderales. Fue el motor ofensivo cuando Carlos Correa se lesionó en plena temporada regular y llevó a los Astros a ganar su división y a tener el segundo mejor registro de la Liga Americana (101-61), tras los Indios de Cleveland (102-60).

El ritmo con el que levantó a su equipo en la Serie Divisional y en la Serie de Campeonato, con actuaciones soberbias ante los Yankees y con su inolvidable jonrón en el quinto juego de la Serie Mundial, para igualar un partido mágico que terminaron ganando los Astros, son recuerdos que siempre quedarán grabados de este fantástico 2017 para Houston.

Altuve conectó siete jonrones en la postemporada, impulsó 13 carreras y consiguió 22 indiscutibles. No le pegó el ‘frío’ de la postemporada, como sucede muchas veces con otras grandes estrellas.

Se terminó la temporada, una llena de satisfacciones, tomando en cuenta el liderazgo de Altuve, la buena temporada de Carlos Carrasco, el año revelación de Marwin González, las destacadas campañas de Ender Inciarte, Elvis Andrus y Salvador Pérez, entre otras alegrías.

Sólo esperamos desde esta esquina, adelantando los deseos para el año nuevo, el regreso a la élite de Miguel Cabrera, tras par de años abrumado por el fantasma de las lesiones. Que así sea.