Dionicio Escalante se estrenó como titular en la 2ªB de España
El ex de Querétaro salió de inició en el partido que enfrentó a su equipo, el Unión Adarve de Madrid, con el Coruxo en la Segunda División B.
Bajo la mirada de las cuatro torres que se erigen sobre los terrenos que ocupaba la antigua Ciudad Deportiva del Real Madrid —donde en sus últimos años se entrenaron cracks como Ronaldo, Figo, Raúl o Hugo Sánchez— juega el Unión Adarve. Este modesto club del Barrio del Pilar (situado al noroeste de Madrid) es el nuevo equipo de Dionicio Escalante. Tras abandonar Querétaro, la modesta entidad rojinegra, esta temporada debuta en Segunda B (la tercera categoría del fútbol español) ha acogido al mexicano en su primera aventura en España.
Nicho lleva ya más de dos meses en el Adarve, pero los trámites burocráticos le han impedido jugar hasta hace unos días. El pasado domingo debutó jugando sus primeros minutos en el campo del Rayo Majadahonda, un equipo del área metropolitana que disputa sus encuentros en el campo principal de la Ciudad Deportiva del Atlético de Madrid. Y ayer miércoles, ya en casa, le llegó su primera oportunidad en el once titular contra el Coruxo de Vigo.
Escalante disputó el partido completo. Jugó por la izquierda en la línea defensiva de tres, cuajó una buena actuación y cautivó a la afición rojinegra, que abarrota en cada partido el coqueto campo que lleva el nombre de Vicente del Bosque, el entrenador que llevó a España a la conquista del Mundial de Sudáfrica y vecino del barrio. El público coreó su nombre, lo compararon con el exmadridista Pepe por su pundonor y, acabado el partido, hasta se dio un baño de multitudes.
Tras celebrar la victoria con sus compañeros, ya cambiado, Dionicio atendió a As sobre el césped. Nicho valoró un partido en el que se vio “con buenas sensaciones, a lo último ya cansado por ver mi primer partido de titular después de vario tiempo, desde mayo”. La intensidad con la que se juega al fútbol en la división de bronce del fútbol español es algo de lo que ya se ha percatado Nicho, que describe el grupo 1 de Segunda B como una categoría “muy buena; hay mucha competición, casi todos los equipos te aprietan en todo el campo”. No obstante, comparte grupo con equipos del potencial del Fuenlabrada, que hace una semana plantó cara al Real Madrid en el partido de ida de la primera eliminatoria de Copa del Rey esta temporada para el campeón de Europa, o el Castilla, equipo filial precisamente del Real Madrid.
El ex de Querétaro llegó a una liga y a un equipo desconocidos, pero no dudó en asumir el reto cuando le llegó la oferta para ir a España. “Mi representante me dijo que había una posibilidad de venir acá a España, no lo pensé dos veces. No conocía nada del Adarve. Cuando recién me dijeron que surgió esa posibilidad lo busqué en Internet, antes no había visto”.
"En Segunda B casi todos los equipos te aprietan en todo el campo"
En el Unión Adarve tiene como entrenador a Víctor Cea, un técnico obsesionado con cuidar hasta el más mínimo detalle que además ejerce de manager del equipo. Cea habló personalmente con Escalante para que fichara y, al llegar, se encontró con uno de los grandes logros del míster: un vestuario comprometido y unido que recibió a Nicho con los brazos abiertos. “Vengo y me topo con un gran equipo, un equipo humilde y trabajador. Toda la plantilla, bien abierta, se me acercaban los jugadores y me decían que no me preocupara, que ellos estaban para apoyar. Hay muy buen ambiente”.
Dionicio coincidió con Ronaldinho en Querétaro y ahora comparte vestuario en el Adarve con un jugador de apellido ilustre: Driss Zidane, sobrino del entrenador del Real Madrid. Ambos fueron los dos últimos en incorporarse a la plantilla rojinegra, por lo que han trabado cierta afinidad. “Desde que llegamos, él y yo hemos platicado. A veces él no entendía muy bien el español, me preguntaba y yo le decía lo que el entrenador quería que hiciéramos en los entrenamientos. Me llevo muy bien con él”, nos cuenta Nicho. Aunque Driss aún no les ha presentado a otros miembros de la saga Zidane, a Enzo, primogénito de Zinedine y ahora jugador del Alavés, se le ha podido ver en algunos partidos en el Vicente del Bosque.
Comparte grupo con el Toledo, donde hay colonia de mexicanos
A apenas una hora al sur del Barrio del Pilar, un grupo de representantes mexicanos capitaneado por Jorge Berlanga son dueños del Club Deportivo Toledo, que también milita en el grupo 1 de Segunda B. En enero hará dos años que capitanean en la Ciudad Imperial un proyecto solvente que evidentemente han coronado con acento azteca.
El conjunto castellano-manchego, que además esta temporada celebra su noventa aniversario, ni mucho menos ha comenzado el ejercicio como se esperaba. Hasta el extremo en que la derrota por 3-4 ante el Fuenlabrada ha hecho que el técnico Onésimo Sánchez —exjugador del Barcelona en la 89-90— reconociera que el objetivo había cambiado y a partir de ahora este no era otro que la permanencia.
Además de los nuevos dueños del conjunto del Salto del Caballo, hasta cuatro jugadores mexicanos ponen el acento dentro del vestuario toledano. Al reconocido Israel Castro, que acumula su segunda temporada en el club, se sumaron el pasado verano otros tres jugadores: el veterano Aarón Galindo y los jovenes Obed Esaú y 'Charly' Rodríguez.
Entre los recién llegados, destacar el papel que Rodríguez ha desarrollado en apenas tres partidos. La carta de presentación del atacante mexicano son tres asistencias y un gol en el mencionado partido ante el Fuenlabrada. Lo que demuestra que a pesar de ser el último en llegar, el jugador se ha adaptado sin problemas a Toledo y al Toledo.
Ambos equipos se enfrentaron hace apenas mes y medio —un partido al que asistió Enzo Zidane—, pero el encuentro acabó con polémica porque el Toledo acabó con dos expulsados y esa controversia impidió a Dionicio saludar a sus compatriotas: "Quise saludarlos pero no pude porque el partido salió caliente y se metieron a los vestuarios. Muy mala suerte al no poderles ver", se lamenta.
Disputadas 12 jornadas de las 38 que tiene el calendario de Segunda B, el Adarve marcha octavo. Una posición cómoda para un equipo llamado a luchar por la salvación (en un grupo de 20 equipos, los cuatro últimos descienden directamente y el 15º disputa un cruce de repechaje a ida y vuelta contra el mismo clasificado de uno de los otros tres grupos que componen la categoría) que, a pesar de su humildad, no pronuncia la palabra permanencia y reitera que está en la categoría para competir. Un discurso y un espíritu del que Nicho se ha empapado enseguida. “El objetivo de nosotros es competir partido a partido. Cada partido para nosotros es como si fuera una final. El día al día, el trabajo, es lo que nos va a llevar a hacer grandes cosas. No buscar más allá, sino el siguiente partido”, comenta. El próximo domingo, la Ponferradina les espera en El Toralín, un feudo donde el Villarreal, de Primera División, cayó derrotado en los dieciseisavos de final de la Copa. Un buen escenario para seguir sumando minutos y buenas actuaciones con el Adarve.
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