El Villarreal camina firme en Liga, pero anda agobiado en Europa. El Slavia no es cualquier cosa. De hecho, es el líder de un grupo donde nadie domina y en el que todos tiemblan (sigue el partido en directo en As.com). Tras el empate de hace quince días en el estadio de La Cerámica, hoy toca el segundo asalto con el Submarino, segundo, tan cerca del primer puesto como del abismo. Ganar supondría para el equipo de Calleja encarrilar el pase a los dieciseisavos de final. Volver a tropezar, por el contrario, equivaldría a dejar de depender de uno mismo para esperanza del Astana (a un punto), con lo que se sumarían estos problemas a los que ya dejó el paso por Ponferrada en la Copa.
Las exigencias aprietan y, por lo tanto, se espera que el once del Villarreal sea más reconocible de lo que suele ser entre semana. Algún retoque por línea y poco más. Esta es la primera final de la temporada. La defensa se renovará por obligación en los laterales (Jaume es baja). En medio campo se espera el regreso de Castillejo y quizás Soriano. Rodrigo volverá a liderar el rombo en lugar de Ramiro, que se quedó en casa. Bruno sigue fuera. Arriba, sólo descansará uno de la pareja Bacca-Bakambu. Su olfato es insustituible. Sansone no se siente tan importante y Ünal ya ejerce en el Levante.
El Slavia llega crecido. Volvió a ganar en su campeonato y acecha al líder, al que visita en unos días. Por eso puede que reserve a algún pilar. Lo que es seguro es que Necid seguirá siendo el referente el día en el que el club celebra su 125 aniversario. Aun así, los peligros son Danny y la solvencia en defensa. En los tres partidos europeos en casa (jugó previa de Champions), no recibió ni un solo gol. El Villarreal está avisado.