EI Madrid nunca había pisado Wembley y va a tardar en olvidar su primera vez. En el momento en que Eriksen hacía el 3-0, el Tottenham se unía al Liverpool como el único club inglés que había logrado una ventaja de tres goles contra el Madrid en la Champions, ocho años después del desastre del Madrid de Juande Ramos en Anfield. Y de un templo, a otro. Wembley, convertido a marchas forzadas en el hogar transitorio del Tottenham, recordó por qué es un estadio temido y acabó cantando “¡Olé, olé, olé...!”. El realizador televisivo encontró entre la grada un plano significativo: el de una adolescente con la camiseta del Madrid en un mar de lágrimas.
“No estoy preocupado y nunca lo voy a estar”, fue la primera respuesta de Zidane tras sentarse en la sala de prensa. El día antes, en la previa y en la misma silla, anunciaba partido grande del Madrid ahora que volvía la Champions. “La gente puede pensar que tras una derrota como la del Girona estaremos anímicamente mal, pero no, al contrario...”. Y sin embargo en Londres se dejó ver un Madrid digno de La Dimensión Desconocida. La sucesión de detalles extraños para tratarse del campeón de Europa fue remarcable. La primera falta cometida por los blancos, obra además de Benzema, se produjo en el descuento de la primera parte. El primer remate a portería en la segunda mitad fue el del 3-1 de Cristiano. Una de sus fortalezas del año pasado, los laterales, fue un sumidero: entre Marcelo y Achraf perdieron 46 balones. El primer cambio de Zidane llegó ocho minutos después de encajar el 3-0... Naufragio colectivo.
Un Madrid de Halloween y Lineker no daba abasto en Twitter. Desatado, aprovechó para meter en el microondas su reciente bronca con Zizou. Con el 2-0, no aguantó más: “Seguro que ahora Zidane sacará a Benzema”. Sarcasmo a un lado, el exfutbolista de Tottenham y Barça se unió también al coro de medios ingleses que alabaron “la consagración” de Dele Alli, el centrocampista inglés (21 años) del futuro. Castigado por la vida pero bendecido en el fútbol. Al nacer su padre le abandonó, su madre le desatendió por culpa del alcohol y fue criado por la familia de un compañero del MK Dons. Precisamente allí, en Milton Keynes, debutó hace cinco años con 500 aficionados en las gradas. Anoche se graduó ante 90.000. En una noche fea del Madrid, nació una estrella.
