Evangelos Marinakis, dueño del Olympiacos (recientemente adquirió también el Nottingham), salió al césped del Georgios Karaiskakis. Justo frente a la grada de tribuna podía leerse: “Ernesto, gracias por todo”.
El tributo vino a unirse al que la Gate 7, el sector de hinchas más radicales, le dedicó desde la grada. Marinakis le entregó una placa conmemorativa y Valverde se la dedicó a la afición, que rugió coreando su nombre. Valverde tampoco quiso alargar el homenaje ya que el Barça acaba de retirarse a los vestuarios para terminar de preparar el partido y apenas quedaban diez minutos para el inicio del mismo.