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CAVALIERS 95 - KNICKS 114

Los Knicks firman el peor inicio de LeBron desde su año rookie

Los neoyorquinos acaban con una racha de 10 derrotas consecutivas ante unos Cavs incapaces de defender. Porzingis y Hardaway camparon a sus anchas. Willy no jugó.

Tristan Thompson, LeBron James, Dwyane Wade y Kevin Love observan cariacontecidos la amplia victoria de los Knicks en Cleveland.
Ken BlazeUSA TODAY Sports

En la noche en que se cumplía el 14 aniversario de su debut en la NBA, LeBron James no pudo hacer nada para evitar la derrota en casa (95-114) ante los Knicks de unos Cavaliers en caída libre. "Jugué bastante mejor entonces", admitió. Las dos primeras victorias, ante rivales de entidad (Celtics y Bucks), con las que abrieron el curso disiparon las dudas que planeaban sobre un equipo que venía de experimentar un verano complicado en el que tuvo que ceder ante los deseos de Kyrie Irving de marcharse. En su lugar llegó un Isaiah Thomas lesionado de la cadera y al que no se le espera hasta enero y una serie de veteranos (Derrick Rose, Dwyane Wade, José Manuel Calderón) ya lejos de su mejor versión. Tras esos dos balsámicos triunfos, en Ohio se han dado de bruces con una realidad mucho más cruda. La franquicia no despega y tras acumular cuatro derrotas (ante los Magic, Nets, Pelicans y ahora Kniccks, las tres últimas de manera consecutiva) en los cinco últimos encuentros pasan a lucir un balance negativo (3-4). Lo que no se veía a estas alturas en un equipo de LeBron James desde el 2-5 con el que los Cavs abrieron el telón en su curso rookie.

Nueve días fatídicos que han hecho saltar las alarmas en Cleveland. Ni la pírrica victoria ante unos Bulls que les endosaron 112 puntos (equipo que promedia 89,8 a día de hoy) sirve para maquillar el 1-4 que lucen en la que, según el BPI de ESPN, es la segunda racha de seis encuentros más asequible de toda la temporada para un equipo en esta 2017-18. Unos Pacers (en gran momento, pero a priori otro claro candidato a quedarse fuera de los playoffs) tratarán de hurgar en la herida en la noche del 1 de noviembre.

LeBron, quien esta madrugada tampoco se salvó de la quema general —a pesar de su 16+10+7— firmando un 5/15 en tiros de campo, perdiendo 4 balones, mostrándose menos agresivo que de costumbre y acumulando un -17 en los 39 minutos que estuvo en cancha (una barbaridad), prefirió ejercer de bombero y no avivar las llamas.  "¿En qué mes nos encontramos? ¿Octubre? No me voy a volver loco ahora mismo. Queda toda la temporada por delante. Ya he vivido este tipo de situaciones demasiadas veces", recordó.

No le falta razón. Pero cuesta encontrar que su equipo transmitiera una sensación tan mala en esos otros bajones a los que aludía. Las piezas siguen sin encajar (Lue ha empleado cinco quintetos diferentes en siete encuentros). Wade, quien solicitó ser suplente, sigue sin encontrarse. Rose reapareció anoche, pero sigue siendo una sombra del jugador que enamoró en Chicago antes de que las lesiones le martirizasen. Y su defensa, la misma que les mató ante los Warriors en las pasadas Finales, simplemente existe. Únicamente los Nets, Suns, Warriors (otros que parecen estar aún en pretemporada), Timberwolves y Pacers lucen peores registro que los 110,1 que los Cavs encajan por noche. "Estamos defendiendo muy mal", admite King James.

"Las últimas derrotas son inaceptables", prosigue un Tyron Lue que debería empezar a sentirse señalado por el pobre inicio de un equipo al que los Knicks pasaron por encima. Los locales salvaron el primer estirón, aún en el primer cuarto (19-29), empatando a 49 poco antes del descanso. A partir de ese instante no hubo color. Solo hubo un equipo sobre el parqué. El de Kistaps Porzingis (32+12), el primer jugador en la historia de los de Manhattan que llega a la treintena en cuatro de los cinco primeros duelos del curso, y el de Tim Hardaway Jr. El escolta firmó su primera gran noche desde que regresara este verano a la Gran Manzana: 34 tantos, 4 rebotes, 8 asistencias y un par de robos. Willy Hernangómez volvió a quedarse fuera de la rotación de unos Knicks que rompieron una racha de 10 derrotas consecutivas ante los Cavs. No lo hacían desde el 30 de octubre de 2014. Precisamente el día del primer partido de LeBron tras su vuelta a casa. Otros tiempos.