El Málaga de Míchel por fin gana y deja de ser colista
Consiguió su primera victoria ante un Celta al que superó por fútbol y garra. Adrián y Recio, de penalti, marcaron. Aspas llegó a empatar con un cabezazo.
Con infinito sufrimiento el Málaga consiguió su primera victoria ante un Celta acomodado al principio y atropellado en la recta final. El equipo de Míchel hizo un partido extraordinario y venció de manera muy merecida. Los blanquiazules además ceden el farolillo rojo de la clasificación al Alavés. El Málaga no ganaba desde el 7 de mayo, precisamente al Celta.
El Málaga salió con una gran actitud, presionando muy arriba y tocando el balón con velocidad y criterio. A los 25 minutos Peñaranda, que jugó como delantero centro con libertad de movimientos se marchó con potencia y calidad de cuantos contrarios le salieron al paso. Su disparo cruzado se marchó fuera por muy poco. El fútbol desplegado por los malaguistas ofrecía momentos de gran calidad combinados con una garra sensacional. El Celta sobaba mucho el balón, pero en la primera mitad solo tuvo una ocasión de gol a los 33 minutos cundo Aspas, totalmente solo cabeceó fuera un buen servicio de Hugo Mallo.
Y en la última jugada del primer tiempo el Málaga abrió la lata. Falta sacada por Recio. Despeje del Tucu Hernández. El balón dividido fue rematado de chilena por Paul Baysse, rebotó de nuevo en el Tucu y dio en el larguero. El rechace fue cabeceado, con infinito corazón, por Adrián González que firmó las paces con la afición marcando un gol de coraje y que, seguro, le ha liberado. Con este 1-0 se llegó al descanso. Primera vez en toda la Liga que el Málaga se adelantaba en el marcador.
Los de Míchel mantuvieron su juego disciplinado. Al Celta le costaba mucho trabajo generar fútbol. El trabajo en el centro del campo de Recio y Adrián era impresionante. No paraban de correr y de recuperar balones. Además los delanteros gallegos no tenían momentos para el lucimiento. Tanto Aspas como Maxi Gómez estaban muy bien sujetados por la defensa blanquiazul, muy férrea y compenetrada.
El partido se trababa por momentos y el público, muy caliente porque siente que los árbitros le están perjudicando, no perdonaba ni una a Jaime Latre. El Celta intentaba proyectarse en ataque. A los 67 minutos el colegiado anuló un gol a Iago Aspas por un posible fuera de juego de Tucu Hernández en el momento que asistió al internacional español. Una jugada muy dudosa. Los de Unzué se lanzaron descaradamente al ataque poniendo de los nervios a la parroquia local y a los 76 minutos Iago Aspas, con el hombro, incrustó en la red un centro de Sisto. El Celta crecía y el Málaga empezaba a penar su gran desgaste. La Rosaleda se quedó muda. Siete minutos después En Nesyri disparó con gran potencia.
El balón fue interceptado con la mano por Cabral y Jaime Latre no dudó en señalar el penalti que, transformado en gol por Recio, devolvía la ventaja al Málaga. Unzué reaccionó sacando al lateral derecho Hugo Mallo y poniendo sobre el verde al atacante sueco John Gudetti. A los 88 minutos Roberto hace una paradón de portero de balonmano, con el pie, a Maxi Gómez. El Málaga supo administrar los últimos minutos para que no le pasara lo mismo que en Soria donde perdió en la prolongación. El Málaga respira y el Celta detiene su crecimiento.
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