Soñar con los dos pies en el suelo

Bilbao es ya una ciudad experta en esto de acoger grandes citas. Como eventos más llamativos, ser sede del Mundial de baloncesto y ahora espera un fin de semana intenso con las finales de Champions y Challenge del rugby europeo, donde se esperan decenas de miles de aficionados llegados de todo el continente, que vivirán una gran fiesta. A ningún seguidor de este deporte se le escapa que España no está lista para jugar a ese nivel, pero ¿y para organizar sus citas? Si salió bien la final de Copa en Zorrilla de Valladolid, la del Top14 en el Camp Nou y ahora esto, ¿se podría pensar incluso en albergar un Mundial?

Existe ya la infraestructura, nuestros estadios (de fútbol) tienen la capacidad necesaria para un acontecimiento así. El Santiago Bernabéu o el Wanda Metropolitano podrían ser escenarios perfectos para la final y el torneo se podría disputar en recintos de mediana-alta capacidad de diferentes rincones de España. Así fue en el último Mundial de Inglaterra (horquilla desde los 12.000 de Sandy Park hasta otros de 60.000) ¿Qué hace falta? Una apuesta institucional coordinada y firme como la presentada por Bilbao, la Diputación de Bizkaia y el Gobierno Vasco, (amén de los organismos deportivos) pero a un nivel superior en el que se implicara el Gobierno de España. ¿Locura? Sí, claro, pero bonita. Y en verdad no tanto. Se trata de soñar con los dos pies en el suelo.