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DETOCHO

Llegó la hora: Los pronósticos para la semana 8 de la NFL

Los primeros dos meses de temporada cuentan con una sola constante, los equipos malos son muy malos.

Ciudad de México
EAST RUTHERFORD, NJ - OCTOBER 22: Richard Sherman #25 of the Seattle Seahawks taunts the crowd after breaking up a potential touchdown against the New York Giants during the first quarter of the game at MetLife Stadium on October 22, 2017 in East Rutherford, New Jersey.   Al Bello/Getty Images/AFP
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AL BELLOAFP

Llegó ese momento de la temporada en el que la cerveza sabe un poco mejor, los golpes duelen un poco más y las victorias vienen con ese particular sabor que solo se obtiene con altas dosis de sufrimiento.

Es el momento en el que los hombres se separan de los niños. En el que las aguas retoman su nivel. En el que los contendientes comienzan a mostrar los bíceps. En el que Patriots y Steelers comienzan a “ser quienes creíamos que eran”, para usar las inmortales palabras de Dennis Green.

También es el momento en el maquillaje de aquella mujer al fondo de la barra, aquella que ha jugado a coquetearte durante casi dos meses, comienza a desvanecerse y muestra su verdadero rostro: ¡Oh por Dios, son Broncos y Panthers! Y pensar que casi nos seducen.

Hablando de los Steelers y el arte de la seducción, creo que Mike Tomlin está haciendo su mejor trabajo como entrenador a la fecha. No con las X y Os, ese barco, estamos de acuerdo, hace tiempo que zarpó. Pero su manejo de la situación de Martavis Bryant es digno de mencionarse.

En mi libro sobre paternidad responsable “Pásame el cinturón”, hablo de que lo peor que se puede hacer por un niño berrinchudo es complacerlo. En especial cuando, como en el caso de Bryant, le has tenido paciencia, lo respaldaste durante sus crisis y le mostraste confianza.

Lo peor que habrían hecho los Steelers con Bryant es integrarlo a un rol protagónico, ponerle la pelota en las manos como chupete al niño con la esperanza de que se calle o simplemente tomar la primera oferta y cumplirle su deseo de un cambio. No. Tal vez unas semanas en la perrera le hagan entender que su peor enemigo está entre sus orejas y no en JuJu Smith-Schuster, Tomlin, Haley o la gerencia.

La situación de receptores de Pittsburgh se explica perfectamente en el microcosmos que son las redes sociales. Mientras Bryant lloraba y pataleaba porque alguien le quitó su pelota y no es suficientemente hombre para ir a recuperarla, Smith-Schuster evitó una maldición que acaba más rápido con la carrera de los atletas que un desgarre de ligamentos: Mia Khalifa.

Se necesita talento para llegar a la NFL a los 20 años, se necesita ingenio para pensar en esas celebraciones de touchdown, pero realmente se necesita valor para rechazar a la ex actriz porno con las siguientes palabras: “Demonios, no! No voy a caer en esta. Soy joven, pero no estúpido”.

Es por eso que JuJu va camino al éxito y Martavis Bryant en sentido opuesto… otra vez.

Yo no voy en camino ascendente como JuJu, ni a la baja como Bryant, yo me mantengo tan constantemente mediocre como Darrius Heyward Bay. Pero eso podría cambiar con los picks de la semana 8.

Raiders (3-4) en Buffalo (4-2): Sean McDermott está conformando una sólida candidatura a Coach del Año de la mano de un equipo sin grandes nombres. Eso es lo que hace un buen entrenador, pone a todos en la misma dirección y los jugadores ejecutan por encima de sus capacidades.

No hay mejor ejemplo que los Bills. Buffalo tiene cuatro triunfos de calidad en la temporada y solo 10 miserables puntos los separan de una marca invicta. Y ¿cómo lo han conseguido? ¿Cuáles son sus herramientas? ¿Tyrod Taylor y Jordan Matthews?

Buffalo está 4-2 porque conoce sus fortalezas y limitaciones y se apega al libreto. Son 13eros en yardas por tierra pero segundo en intentos. Apenas han perdido tres balones porque no intentan hacer jugadas donde no las hay. Reconocen que no es pecado despejar y eso se debe a que su defensiva siempre les dará una nueva oportunidad.

Es una bonita historia de éxito tempranero. Pero otras veces es mucho más sencillo y lo único que necesitas es talento. Entre la espada y la pared y con la temporada en la línea, los Raiders recordaron lo que es ser verticales y explosivos, lo que es contar con un arsenal envidiable que sea capaz de mandar al diablo el hecho de que no tengas defensa.

Los Raiders mostraron su mejor football porque estaban conscientes del sentido de urgencia. La necesidad sigue ahí, con Kansas City en esa división y con 3-4, siguen sin margen de error. Así que veremos nuevamente a Mr. Derek Carr y no al hermano menor de David. Raiders por 6.

Texans (3-3) en Seattle (4-2): En una temporada en la que hemos visto cosas terribles como las lesiones de Aaron Rodgers, Odell Beckham y J.J. Watt, también hemos visto cosas maravillosas, como el ascenso meteórico de Deshaun Watson. Y ver jugar al front seven de los Seahawks tampoco está tan mal.

Watson está lejos de ser un quarterback elite, tiene mucho por crecer y el talento para cumplir con cualquier expectativa. Pero también es una bocanada de aire fresco. Es un tipo que no tiene miedo a equivocarse, una mezcla de Brett Favre y Michael Vick. Electricidad pura. Alguien que vale la entrada al estadio.

Suma 12 pases de touchdown y tres juegos con rating de al menos 100 puntos en sus últimos tres partidos, pero Tennessee y los Browns difícilmente son un referente, tampoco la defensiva de los Patriots a la que le causó dolores de cabeza. Si quieren un sinodal, un indicador del progreso de Watson, no hay mejor prueba que el domingo.

Los Texans viajan a territorio hostil, defendido por un equipo aún más hostil. Un equipo que ha permitido miserables 94 puntos en todo el año y más de una tercera parte de ellos en un solo partido.

Al igual que Watson, amenaza por tierra y aire, la defensiva de Seattle es una amenaza en la frontal y el perímetro. Es lo que convierte esto en un duelo interesante, los estilos hacen las peleas en el boxeo y en este caso no es la excepción. Ambos equipos van fuerza a fuerza con sus dos mejores unidades.

La última vez que Seattle perdió fue ante un quarterback con las características de Watson, un poco más pulido, pero sin tanto talento a su alrededor. Tengo motivos para pensar que la historia podría repetirse. Incluso en el altavoz del Century Link. Texans por 3.

Cowboys (3-3) en Washington (3-3): Quiero empezar disculpándome. Renglones atrás, cuando mencioné a Steelers y Patriots como equipos que comenzaban a mostrar su verdadera naturaleza, no hice mención a los Cowboys. Mi error, no suyo.

Sé que muchos van a saltar. Van a decir, que perdí el poco sentido común que me quedaba. Que es una reacción exagerada a un triunfo ante, tal vez, el peor equipo de la liga y luego de una semana de descanso.

Podría ser. O podría tener la razón. Ezekiel Elliott corrió con un propósito, con algo que probar, y esa es la única manera en que debería hacerlo si se toma en cuenta que su suspensión podría entrar en vigor en cualquier momento.

Por apenas la segunda vez en el año, Prescott lanzó menos de 20 pases, ambas en triunfos. Más importante aún, la tendencia es muy clara. Dallas está 3-0 cuando no pierde balones y 0-3 cuando comete los errores. Esa es la única variable en un equipo que tiene la ofensiva, no se anotan al menos 28 puntos en cuatro partidos seguidos por casualidad.

Dallas está mejorando sin importar si enfrente está San Francisco o Washington. Y Dallas necesita este triunfo considerando que los siguientes en la fila son Chiefs, Falcons y Philadelphia. Un traspié ante Washington podría resultar muy costoso y Dallas no puede darse esos lujos. Además, enfrente está Kirk Cousins. Cowboys por 7.

Y para ya no seguir escribiendo, los TurboPicks:

Dolphins (4-2) en Baltimore (3-4): Joe Flacco contra Matt Moore. Y dicen que ya no hay buenos quarterbacks. ¿Cómo se atreven? Dolphins por 3.

Vikings (5-2) vs. Cleveland (0-7) en Londres: Los Browns visitan Londres. Así empezó la peste, ¿no? Vikings por 12.

Colts (2-5) en Cincinnati (2-4): No se me ocurre una sola razón por la que alguien en su sano juicio quisiera ver este juego. Bengals por 3.

Chargers (3-4) en New England (5-2): Tom Brady y los Patriots protagonizan la nueva producción de Harvey Weinstein. Patriots por 9.

Bears (3-4) en New Orleans (4-2): Solo necesitamos saber cuatro palabras: Brees en el domo. Saints por 7.

Falcons (3-3) en NY Jets (3-4): La temporada de los Falcons ha sido una decepción, pero perder con los Jets sería como (o para) empezar a tomarse los perfumes. Falcons por 5.

49ers (0-7) en Philadelphia (6-1): 50 Shades of Wentz. Eagles por 14.

Panthers (4-3) en Tampa Bay (2-4): Ahora si le van a dar motivos a Cam para hacer berrinche. Bucs por 3.

Steelers (5-2) en Detroit (3-3): BBB vs. SSS= Ben, Brown y Bell contra Stafford, solo Stafford. Steelers por 9.

Broncos (3-3) en Kansas City (5-2): Los Broncos me recuerdan ese capítulo de los Simpson en el que Barney toma su primera cerveza y podemos ver cómo se va transformando. Chiefs por 6.

Eliminator/Survivor: Sigamos a la segura con los Eagles. Los 49ers tienen ese nombre porque no llegan a la yarda 50.

Viendo por TV: Packers (4-3), Titans (4.3), Rams (5-2), Giants (1-6), Cardinals (3-4) y Jaguars (4.3).

La semana pasada: 10-5

En la temporada: 61-45