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ZALGIRIS 66-REAL MADRID 87

El Madrid es una máquina; otro partidazo de Ayón

El equipo blanco pasó por encima del Zalgiris, que 48 horas antes había ganado al Barça en el Palau. Doncic, Campazzo y Ayón, demoledores. El canterano hizo 28 puntos y 35 de valoración.

Madrid
El Madrid es una máquina; otro partidazo de Ayón
TOMS KALNINSEFE

Cuando las lesiones amenazaban con poner al Real Madrid contras las cuerdas, el equipo blanco ha encontrado soluciones, que no relevos, para cada ausencia. Resuelve los inconvenientes con naturalidad, amparado en la fuerza del grupo, y luego además está Doncic. El juego del equipo recuerda al de las etapas más lúcidas de la era Laso. Un equipo que sonríe en la pista, guiado por Doncic, pero también por Campazzo y Ayón. Cada vez hay más manos útiles para apoyar la causa: las de Rudy, Taylor, Radoncic…

El Real fue una máquina de hacer baloncesto en Kaunas, y lo fue frente a un rival que había derrotado 48 horas antes al Barça en el Palau. Mientras, Doncic desafía con saltar de MVP en MVP. Promedia en cuatro partidos 24 puntos y 32,3 de valoración sin forzar las acciones. Una salvajada.

Thompkins, finalmente, no voló a Kaunas y aunque lo hubiera hecho quizá no hubiera jugado tras más de dos semanas desconectado. Así que el Madrid volvía a tener dos pívots disponibles por tercer partido seguido: Ayón y Reyes. Laso los puso de inicio, lo que no había hecho en los duelos precedentes. Quizá intuía una salida fuerte del Zalgiris.

Jasikevicius había preparado la situación de antemano y su equipo apretó muchísimo a los exteriores blancos, en especial a Doncic, que recibía a menudo dos contra unos más allá del triple. Lo leyó bien de salida y Ayón sumó las tres primeras canastas. Luego la defensa del Zalgiris trató de aislar al esloveno, que acaparó mucho el balón. Gran labor local negando el pase. Y gran desgaste, de los que pasan factura.

Pangos lideraba y conectaba con Kavaliauskas, martillo pilón a la antigua usanza, de espaldas y cerquita del aro, aprovechando las limitaciones visitantes en la pintura. Del 2-10 al 26-25, la única ventaja del Zalgiris en toda la tarde. Laso daba el timón a Campazzo (dos triples) y sentaba a Doncic y recuperaba a Ayón. El derechazo fue imperial con la ayuda de Rudy y Taylor: 28-38.

El triunfo estaba encarrilado, pero no conviene abandonar los partidos de este Madrid antes de tiempo. Quedaba el show de Doncic. Catorce tantos, siete seguidos mostrando todo su repertorio: tirito de cinco metros en transición, triple desde la derecha y acción al poste por la izquierda. La defensa blanca hacía el resto.

El Zalgiris, roto y sin tiro exterior, solo retrasó algo el naufragio con un parcial de 6-0 en segundos para cerrar el tercer periodo. Pero el rodillo ya estaba en marcha. Buenos momentos de Rudy y Taylor (dos triples del sueco entonces y 12 puntos en total) y para rematar más Doncic en vena: 24 puntos en la segunda parte, 28 al final (nuevo récord personal). Y 9 rebotes, 4 asistencias para 35 de valoración. Una máquina de hacer números, una máquina de ganar, como su equipo. Cuatro de cuatro en la Euroliga, en este momento sin Randolph, ni Thompkins ni Kuzmic. Y sin Llull. Próxima parada, Burgos, este sábado. La Liga.