Los Spurs no utilizan a Pau Gasol en los últimos cuartos
El español solo ha jugado el 17,9% de los minutos en las segundas partes y enlaza tres partidos seguidos viendo el periodo decisivo desde el banquillo.
Por primera vez en sus 16 años de carrera en la NBA, Pau Gasol promedió por primera vez menos de 30 minutos (25,4 para ser más exactos) en la pasada temporada, su primera como jugador de los Spurs. Fue un curso en el que durante toda la segunda mitad (y en parte de los playoffs) también se acostumbró a partir desde el banquillo. Una situación desconocida hasta entonces para él, si bien le permitió mejorar su producción ofensiva incluso a costa de ver reducida su presencia en cancha. En esta campaña que acaba de arrancar (apenas llevamos 9 jornadas) Gasol vuelve a ser titular, pero tanto sus registros anotadores (7,8 puntos, nunca antes había estado por debajo de los dos dígitos) como minutos de juego (22,5) siguen reduciéndose.
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Es evidente que conviene guardar cautela dada la altura de curso en la que nos encontramos. Hay que huir de las conclusiones precipitadas. Tampoco hay que obviar el factor edad. Pau cumplió 37 años el pasado julio y pocas franquicias y entrenadores miden con tanta cautela el cansancio de sus veteranos como San Antonio y Gregg Popovich. Dicho esto, no deja resultar llamativo que enlace tres partidos consecutivos viendo el último cuarto íntegro desde el banquillo.
Esta tendencia podría obedecer a que los texanos llegaron a dicho periodo con estos encuentros (en Chicago, en casa ante los Raptors y esta última madrugada en Miami) ya resueltos. No es así. Los otros dos interiores de la plantilla, LaMarcus Aldridge y Joffrey Lauvergne, acumulan 24:12 de acción en el caso del primero (36 minutos posibles) y 9:30 en el del francés (de un máximo de 24, ya que anoche causó baja por unas molestias en el tobillo).
¿Tomó Popovich esta decisión para evitar la fatiga de Gasol? Tampoco parece el caso. Sirva la situación de Ginóbili (40 primaveras, tres más que las del español) como ejemplo. El argentino promedia un minuto menos en cancha (21,5 por 22,5), pero en los periodos decisivos de los tres últimos compromisos acumula 15:58 minutos por el rosco del mayor de los Gasol.
En la primera mitad de los primeros cuatro partidos del curso 2017-18 el de Sant Boi es uno de los habituales en los Spurs, pero tras el descanso su presencia en cancha se desploma: apenas disputa el 17,9% de los minutos (24,5% en la 2016-17), 11,1% si únicamente nos centramos en los últimos cuartos.
Causas
La gran pregunta es: ¿a qué obedece esta situación? No hay una única respuesta. En primer lugar hay que tener en cuenta el gran momento de LaMarcus Aldridge. De casi estar fuera, terminó renovando justo antes de abrirse el telón de la temporada. Como eje central del juego (Kawhi está fuera) se ha reencontrado con su mejor versión, la de los Blazers (otro éxito de Popovich). Se fue Dedmon, pero la llegada de Lauvergne en verano es sinónimo de competencia en la pintura para un equipo que está cerrando los quintetos con Aldridge como único interior y con Rudy Gay (otro recién llegado) como falso ‘cuatro’. El small ball y el gran estado de LaMarcus tampoco benefician al español. Y, evidentemente, pese a que pocos jugadores se han cuidado tan bien para prolongar su carrera, Pau no es inmune al paso del tiempo. Se ha adaptado a los nuevos tiempos, de ahí su rol como triplista del pasado curso, pero su explosividad es menor que la de los jóvenes que ahora aterrizan en una Liga en constante evolución y cuyo juego ha experimentado notables cambios en los último tiempos.
He aquí un nuevo reto para toda una leyenda que afronta ya su 17ª campaña en la NBA. Puede revertir esta situación. Cuenta con la confianza de la franquicia (si no se entiende la renovación hasta 2020 a cambio de 16 millones anuales). Todo ello con una implicación y profesionalidad intachables. Participe o no en los momentos decisivos, su compromiso es máximo.