Borja celebró así el gol en propia puerta de Arbeloa, que supuso el 2-0 para el Alcorcón contra el Real Madrid.CARLOS MARTINEZDIARIO AS
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"EI ridículo del siglo", tituló AS. Y a fe que lo fue para el Real Madrid. La gloria fue para Alcorcón y su modesto equipo de fútbol, que entonces militaba en el Grupo II de Segunda B. Los alfareros vivieron su gran noche de gloria tras golear a los blancos en un encuentro tornado en pesadilla para los madridistas (más bien los 25 minutos que van desde el 15' hasta el 40', cuando lograron tres tantos). Los de Pellegrini (se mostró impotente e inoperante: este partido fue el principio del fin de su carrera como técnico blanco) fueron un compendio de errores desde el principio hasta el final: defensa rota, el centro del campo paralizado, en buena medida por las instrucciones de Anquela que ordenó secar a un Guti que se fue desquiciando conforme avanzaba la primera parte (hizo una peineta al público), y una delantera que se estrelló en un antológico Juanma. El meta amarillo frenó a Raúl, Benzema y Van Nistelrooy. Casi nada al aparato...
En el bando contrario todo le salió de perlas a los de Anquela, que siguieron a pies juntillas las instrucciones del entrenador andaluz: ahogar a Guti, tener el balón y saber qué hacer con él en cada momento, tocar el balón de banda a banda de manera rápida (pillaron a la zaga blanca a contrapié en numerosas ocasiones) y buscar la espalda de Drenthe. "La derrota fue humillante", resumió al final Florentino.
