THUNDER 113 - TIMBERWOLVES 115
Wiggins responde a Carmelo sobre la bocina en un partidazo
En un final de infarto, Minnesota se llevó la victoria de OKC. Los Thunder, con récord negativo (1-2). Westbrook tiró del carro en el último cuarto.
Andrew Wiggins dio a los Timberwolves la victoria en OKC (113-115) con un triple sobre la bocina desde nueve metros y a tablero. El alero canadiense rubricó de esta forma un final espectacular en el que se produjeron hasta tres canastas en los últimos 9 segundos de encuentro. Un partidazo al que no le faltó la polémica. Los Thunder reclamaron falta en el bloqueo de Towns sobre Paul George en la última posesión que acabó con este último en el suelo y liberando espacio para la carrera a la desesperada de un Wiggins que anotó 12 de sus 27 puntos en el último cuarto. El autor del primer buzzer beater del curso también aportó 7 rebotes, 4 asistencias, 2 robos y una sola pérdida. Empieza a justificar la millonaria y reciente extensión de contrato.
Wiggins comenzó la noche como la terminó y su inspiración permitió a los Wolves cobrar una ventaja considerable ya en el primer cuarto (14-27). Con un gran Felton (+23 con él en los 18 minutos que estuvo en cancha), los de Billy Donovan y llegaron a ponerse por delante (43-40) mediado el segundo cuarto. Pero entonces surgió la figura de Towns (27+12) tomando el relevo a su compañero y haciendo daño en la zona para volver a situar a su equipo por delante. Un desacertado tercer cuarto de los locales y la buena dirección de Teague en unos Wolves muy corales amenazaron con romper el encuentro (75-88). Hasta que Russell Westbrook dijo basta.
El base volvió por sus fueros en el último acto para recobrar el protagonismo en ataque (9 de sus 24 lanzamientos —líder por primera vez este curso— llegaron en este periodo). Ante el desacierto de Paul George (quien en parte compensó su 6/20 en el lanzamiento sumando en otras facetas: 6 rebotes, 8 asistencias y 4 robos) y la intermitencia de Carmelo, Russ volvió a ser el jugador de la pasada campaña. El anotador explosivo. Él hombre capaz de lo imposible. Sus frenéticas transiciones y el buen hacer de Grant y Abrines (aportaron frescura en ataque y defensa en los compases iniciales del último cuarto) colocaron a tiro a unos Thunder casi siempre a remolque.
El thriller estaba servido. Westbrook convertía triples imposibles para ir limando cada vez más una diferencia que Wiggins trataba de mantener como podía. En estas llegamos el último minuto, que Russ inauguró con 5 tantos para, por fin, igualar la contienda a falta de 30 segundos (110-110). Lo mejor estaba por llegar. En el ataque siguiente, la defensa de OKC logró cerrar la vía de acceso al aro primero a Wiggins y luego a Butler (15+6+6), pero no a un Towns que exhibió talento y recursos para zafarse de Adams con una finta y anotar a una mano ante Roberson: 110-112. Cambio de aro. George saca de banda y se la da a Westbrook, quien lee a la perfección como Gibson deja liberado a Melo para tratar de frenar su penetración. El neoyorquino se levanta y ¡bingo! Los truenos por primera vez arriba en toda la segunda mitad (113-112). Pero aún restaban 4 segundos para que Wiggins, con la colaboración de Towns, recorriese el campo: "Podía ver cuánto tiempo quedaba. Me acerqué lo más posible y lancé el balón".
Final feliz para unos Timberwolves que se colocan con balance de 2-1 y, lo más importante aún, empiezan a transmitir mejores sensaciones ante un rival de entidad. Aún queda mucho trabajo por hacer en Oklahoma. El primer back to back del curso (derrotas en Utah y esta ante los Wolves) les ha puesto los pies en el suelo.