El Valencia no tiene freno
El Zaragoza plantó cara, pero Rodrigo y Parejo, de penalti, decidieron en los último minutos dejando sentenciada la eliminatoria en La Romareda.
Un gol de Rodrigo a diez minutos del final y otro de penalti de Parejo en el descuento decidieron el partido de La Romareda y colocaron al Valencia con un pie y medio en los octavos de final de la Copa del Rey. El Zaragoza plantó cara al equipo de Marcelino y disfrutó por medio de Raí de una ocasión clarísima para haberse adelantado en el marcador, pero el fútbol es sobre todo eficacia y el Valencia fue anoche más certero y sentenció la eliminatoria.
Natxo González y Marcelino presentaron dos onces plagados de suplentes, con apenas dos o tres titulares por bando. Rotaciones a discreción por aquello de las prioridades y del reparto de esfuerzos. La Copa fue durante muchos años la competición favorita del Zaragoza (seis títulos en once finales), pero ahora lo que ocupa y preocupa en el club aragonés es la visita del viernes de la Leonesa. También la Copa le ha dado grandes satisfacciones al Valencia en su historia (siete títulos en dieciséis finales), pero su actual entrenador siempre ha otorgado mucha mayor relevancia a la Liga, y reservó a casi todos sus principales para la cita del sábado en Mendizorroza,
Eso sí, nadie quiso correr riesgos de salida en el primer partido de la eliminatoria y los dos equipos jugaron a que se equivocara el otro. Nadaron, pero, sobre todo, guardaron la ropa. El Zaragoza, guiado por el esfuerzo de Zapater y el talento de Buff, tapó a Parejo y anuló gran parte de la creatividad del Valencia, que tuvo en su volante derecho Nacho Gil a su mejor hombre en la primera parte.
Las ocasiones fueron escasas en este periodo. Lo más peligroso del Zaragoza fue un disparo de Vinícius Araújo que se estrelló en el lateral de la red de Jaume. Un remate que tuvo cumplida réplica por parte del chileno Orellana y que obligó a Ratón a la parada de la noche al filo del descanso.
Nacho González movió su banquillo en el inicio de la segunda mitad y dio entrada en la mediapunta al joven brasileño Raí. Y Raí estuvo a punto de escribir su nombre en el partido, cuando en el minuto 60 cabeceó fuera, con todo a su favor, un centro envenenado al centro del área de su compatriota Vinícus, que aprovechó la ocasión para reivindicarse de forma notable ante su ex equipo.
Hasta ese momento, y aún sin oportunidades claras ante la meta de Ratón, el Valencia tenía la iniciativa y el control del partido, pero esa acción entre Vinícius y Raí despertó la ambición del Real Zaragoza, que se sacudió el dominio, combinó con acierto y se animó a buscar con más decisión la portería de Jaume.
En el cuarto de hora final, Marcelino se jugó el todo por el todo con la entrada de Rodrigo, Guedes y Carlos Soler, y la apuesta le salió redonda: Rodrigo, en estado de gracia, se adelantó a su marcador y cabeceó certero el 0-1 tras un saque de esquina de Parejo. Y aquí se acabó ya el duelo. El Valencia, con un oficio superior, durmió partido y hasta obtuvo un premio exagerado cuando, en pleno descuento, el árbitro Medié Jiménez señaló penalti en un leve empujón de Delmás sobre Nacho Gil. Parejo no perdonó desde los once metros y cerró el encuentro y la eliminatoria.
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