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ENTREVISTA

"Me siento feliz de ser de los pocos que confió en Altuve"

Alfredo Pedrique, encargado de la firma de José Altuve a los 16 años con los Astros de Houston, confesó que fue difícil convencer a la organización por la estatura (1.65 metros ) del pelotero

"Me siento feliz de ser de los pocos que confió en Altuve"

Si no fuera por Alfredo Pedrique, el talento de José Altuve quizás no estaría engalanando los campos de juego de las Grandes Ligas. Fue el técnico venezolano quien convenció a los Astros de Houston de confiar en aquel pequeño pelotero de 1.65 metros.

Pedrique, el segundo venezolano en dirigir en Grandes Ligas, fungía como el director de Houston en Latinoamérica y recibió una llamada en la que le contaban del talento del joven de Maracay.

Altuve participó en un campamento de captación de nuevos talentos en Venezuela pero por su estatura, los Astros sentían desconfianza. Ahí fue que llegó Pedrique y logró un acuerdo que años más tardes cambiaría la historia de la organización.

"Fue un proceso en el que muchas personas estuvieron involucradas. Yo trabajaba en el programa internacional de los Astros y tenían un grupo de 25 peloteros para observar. Ahí estaba Altuve", comenta desde el teléfono Pedrique, desde su residencia en Estados Unidos.

"Apenas al llegar el scout Wolfang Ramos me dijo que no me dejara llevar por su contextura. Que era un 'enano' pero que era una fiera haciendo swing. En realidad desde que lo vi demostró mucha habilidad, corrió muy bien y su personalidad era llamativa", explicó.

Pedrique cuenta que Altuve se quedó en el campamento como invitado y que le llamó la intención su insistencia. "Una vez se me acercó y me dijo 'señor Pedrique, yo aquí no vine a buscar dinero, yo lo que quiero es jugar'".

Aunque para Pedrique y los Astros la firma gratuita nunca fue una opción, la negociación terminó en apenas 15.000 dólares. Una bono irrisorio tomando en cuenta en lo que se convirtió el aragüeño años más tarde.

Hay jugadores que con 16 años de edad logran firmas por más de un millón de dólares y nunca logran jugar en las mayores, como fue el caso de, por citar uno de tantos ejemplos, de Jackson Melián, venezolano que firmó en 1996 un bono de 1.600.000 dólares con los Yankees de Nueva York, pero nunca pudo alcanzar el máximo nivel.

"Por supuesto que por su altura dudamos mucho en firmarlo. Los equipos en Latinoamérica buscan fuerza, estatura y sabíamos que iba a ser difícil", confesó.

Sin ese esfuerzo de Pedrique y su grupo de trabajo, quizás el talento del maracayero no estaría en el mejor beisbol del mundo. "Es el problema de este negocio. Tú te llevas por un patrón que te da la organización. A veces la pegas y a veces no. Con Altuve la pegamos pero nunca nos imaginamos que iba a ser el pelotero que hoy es".

Altuve, ese niño que firmó por esa cantidad de dinero, tiene cuatro temporadas como el jugador con más hits en la Liga Americana, con tres títulos de bateo en su poder y cinco participaciones en Juegos de Estrellas.

Pedrique sigue la carrera de Altuve y se enorgullece cada vez que da un cuadrangular o roba una almohadilla. "Me siento satisfecho, orgulloso. Luchó contra muchos obstáculos. Nunca aceptó la frase 'tu no puedes, eres pequeño'. Siempre hizo ruido. Fueron pocos los técnicos que creyeron en Altuve en ligas menores y hoy me siento feliz de ver en él algo especial".

El técnico venezolano, que dirigió a los Diamonbacks de Arizona en 2004, todavía mantiene contacto con Altuve. "Dos veces al año le mando su mensajito para saludarlo. No lo molesto mucho porque se el ritmo de un pelotero en Grandes Ligas. Es muy humilde, no ha cambiado".

Ahora, aquella atrevida apuesta de Pedrique, se tradujo en una clasificación a una Serie Mundial y en el líder de un equipo sediento de victorias. Valió la pena el riesgo.