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TOUR DE FRANCIA 2018

La Rosiere y el Portet, nuevas cimas en Alpes y Pirineos

El Tour de Francia apuesta en su recorrido para 2018 por estos dos finales inéditos que se presentan decisivos en el devenir de la carrera.

Los ciclistas del Chambéry, filial del AG2R-La Mondiale suben hacia La Rosiere, incluida en la subida al Col du Petit Saint-Bernard.
Twitter @La_Rosiere1850

La presentación del recorrido del Tour de Francia 2018 nos dejó bastantes sorpresas, como el anuncio de los 15 tramos de pavés camino de Roubaix o las dos etapas cortas de montaña en Alpes y Pirineos (de 108 y 65 kilómetros respectivamente), en un gesto de constante innovación que realiza año tras año la organización de la ronda francesa.

Esa innovación también queda patente en la búsqueda de nuevas cimas que quieren hacerse un hueco en la historia de la carrera. Si el año pasado el Tour sorprendió con los espectaculares puertos del Macizo del Jura, este año nos descubre una nueva cima en los Alpes y otra en los Pirineos, que serán final de etapa de los dos recorridos en línea más cortos de esta edición: la Rosière y el Col de Portet.

En la undécima etapa se subirá a la estación de esquí de La Rosière (previo paso por la Montée de Bisanne, Pré y Cormet de Roselend), una cima que se ha pasado en carrera en cuatro ocasiones camino del Petit Saint-Bernard, pero que nunca ha sido final de etapa. La subida a La Rosière se inicia desde Bourg-Saint-Maurice y tiene 17,6 kilómetros de ascensión al 5,8% de pendiente media, con tramos iniciales al 7-8% antes de afrontar rampas que se mantienen constantes en torno al 5-6%. La Rosière trae grandes recuerdos a ciclistas como el colombiano Miguel Ángel 'Superman' López y el francés Guillaume Martin, ganadores en su cima en el Tour del Porvenir 2014 y 2015 respectivamente.

El otro gran puerto inédito incluido en el Tour 2018, el Col del Portet, se encuentra situado en los Pirineos, en concreto cerca de una conocida llegada: Saint-Lary-Soulan. Será en la 17ª etapa, de 65 kilómetros, donde se incluyen además de la llegada en alto las subidas y descensos a Peyragudes y Val Louron-Azet. Sin embargo, en esta ocasión, el final de etapa no será en la estación de esquí de Pla d´Adet, sino en un puerto que podría pasar a ser un coloso pirenaico en pocos años: el Col de Portet. Esta subida de 16 kilómetros al 8,7% de pendiente media comparte sus primeros 7 kilómetros con la ascensión a Pla d'Adet, aunque en Espiaube la carretera se desvía para subir a los 2.215 metros de la cima (el punto más alto de esta edición) en tramos de rampas que apenas bajan del 8-9% y que podría marcar diferencias antes de la etapa de Laruns y la crono final de Espelette.