España pone rumbo al Mundial con el asunto Piqué bajo la lupa
La Roja puede sellar esta noche (20:45 tve1) el pase ante Albania con el aliento de una Alicante totalmente entregada. Aduriz se perfila como nueve.
Pocas veces el pasaporte hacia el Mundial había tenido un coste emocional tan elevado para España. El huracán Piqué ha levantado tanto revuelo que parece imposible hablar exclusivamente de fútbol, justo hoy que la Selección puede bajar la persiana del grupo clasificatorio más exigente de las últimas décadas. La semana comenzó caliente con los tuits de Piqué y la temperatura general habrá que revisarla de nuevo hoy, pese a los loables esfuerzos del propio Piqué, del vestuario y del seleccionador Lopetegui por enfriar la situación. La realidad dice que mientras Argentina, Italia o Portugal sufren para estar en Rusia, España sufre por la división que se percibe en el ambiente. La Selección, punto de unión para todos, debería acercar las posturas.
En ese convulso contexto toma la palabra Alicante, que ayer abarrotó el Rico Pérez para el entrenamiento y hoy hará lo mismo en el partido ante Albania (sigue el partido en directo en AS.com). Los 17.000 espectadores que fueron a la sesión previa no pasaron desapercibidos. En un clima de excitación, algunos pitos iniciales a Piqué fueron seguidos de aplausos generalizados al grupo. Ese es el deseo también para esta noche, que el apoyo del Rico Pérez al colectivo pueda más que cualquier crítica individual. Parte de la afición, eso sí, ha anunciado que pitará a Piqué en el minuto 12.
Estrategia. A río revuelto llega Albania y con ella su técnico, el ilustre Panucci. No es esta la Albania de hace unos años, aquella en la que su portero además era taxista y su delantero ejercía de mecánico. Atrás queda el famoso capítulo de los albaneses con nuestra Selección en 1986, cuando el partido que debían jugar ambos en Tirana quedó suspendido por la tensión política del país. La FIFA indemnizó a Albania con 5 millones de pesetas (unos 30.000 euros actuales) y logró su silencio. España no quería jugar de ninguna manera. Hoy, plantada en el puesto 66 del ránking FIFA, la fuerte influencia italiana se nota de manera notable en el equipo.
Puso en marcha todo aquello De Biasi, entrenador actual del Alavés, que reclutó jugadores con origen en Albania a través de internet buceando por páginas web especializadas como Soccerassociation. Hasta un pueblo de pescadores de Suecia tuvieron que llegar para descubrir al fenomenal portero titular Berisha.
Ahora la selección la dirige otro viejo conocido en España, Panucci, que ha optado por repetir la fórmula defensiva que llevó a Albania al mayor logro de su historia: disputar la última Eurocopa. Por eso en Alicante se verá el mismo método con una poblada línea de defensas. Hay en este ejército albanés jugadores nacidos en diversos países, especialmente Suiza, hijos todos ellos de la dictadura de Hoxha que hizo emigrar a sus familias en los 80.
Cambios. Por su parte, España, que viene de apabullar a Italia en el anterior partido (¡qué rápido se olvidan las noticias positivas!) se encuentra ante la encrucijada de las lesiones. Lopetegui ha sabido gestionar en la sombra y a las mil maravillas el lío de Pique y además lleva tiempo buscando fórmulas para demoler defensas tupidas como la albanesa. En el partido de ida, jugando con sólo tres defensas, funcionó. Ante Italia en el Bernabéu, también.
Esta vez la doble ausencia de Morata y Diego Costa abre la posibilidad de ver a otros delanteros. Por lo ensayado ayer, Aduriz podría ser el elegido. El ariete de 36 años del Athletic apunta a titular justo cuando ese premio ya parecía alejársele. Cuatro goles lleva este curso en el Athletic, los mismos que Rodrigo en el Valencia, otra de las alternativas. Parece que al menos de inicio Lopetegui no optará por el falso nueve, pese a que el invento con Asensio función a las maravillas ante Italia.
Otro agujero se presenta en el lateral derecho. Sin Carvajal, la opción puede pasar por jugar directamente con tres defensas o tirar de comodines tipo Nacho y Azpilicueta. El brillante Odriozola aguardaría su ocasión en el banquillo. Soluciones para una España que acaricia el Mundial y lo tendrá en su mano si hoy gana e Italia no a Macedonia. Eso es lo importante. Ese es el deseo de todos.
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