Robert gana puntos en el inicio de curso; Pep Segura pierde
A la espera de Dembélé, el secretario técnico intenta equilibrar con Paulinho y Semedo los fiascos de André Gomes y Alcácer. El nuevo manager deportivo, sin embargo, ha sido quitado del plano público.
A 5 de octubre, a Robert le tiembla menos la silla que hace unos meses. Josep Maria Bartomeu, presidente del Barcelona, parece haber recuperado cierta confianza en él y, según publica Mundo Deportivo este jueves, formará parte del tridente que decidirá en los fichajes del Barça junto a Ernesto Valverde y Pep Segura, que ha resultado una decepción en sus primeros meses en el cargo de manager deportivo de fútbol. A Robert, Bartomeu le puso por encima a Pep Segura en el mes de julio. El de Betxí se ha repuesto bien. Segura, sin embargo, no puede ni aparecer en el plano público después de su pésima primera intervención en el palco del Camp Nou después de la ida de la Supercopa de España. Entonces culpó a Piqué de la derrota por 1-3 ante el Madrid. Algunas voces lo consideraron un tirón de orejas intencionado de la Junta por haberla dejado en evidencia en una comparecencia de prensa en la que Piqué desveló que los jugadores supieron antes que los directivos la noticia del adiós de Neymar. Otros, sin embargo, simplemente vieron poca destreza ante las cámaras. El tiempo ha confirmado la segunda versión. Ahora habla Robert.
Robert estuvo en una situación límite. Su primer año con plenos poderes en la planificación estuvo cargado de buenas intenciones pero malos resultados. Consciente de que la base del once inicial era básicamente intocable, por no hablar específicamente del tridente, quiso llenar la plantilla de jugadores jóvenes de 22 o 23 años que fueran iniciando el relevo. No salió bien. Fichó a Cillessen (13 millones), Umtiti (25), Digne (16,5), André Gomes (35 más 20 en variables), Denis Suárez (3,5), Alcácer (30 millones). Sólo se consolidó Umtiti, un fichaje sobre el que se extremó el control antes de decidir: se vieron 39 partidos en directo y se emitieron 27 informes de los mismos. La situación para Robert empeoró durante la temporada. El Madrid aseguró los fichajes de Theo Hernández, Vinicius o Dani Ceballos. Y, lo que es peor, Verratti nunca tuvo opciones reales de venir, el Arsenal bloqueó a Bellerín y hasta se fue Neymar.
Robert se lanzó a por Semedo (30 millones) y, tal vez porque es un jugador que en algo recuerda a su perfil de todocampista llegador cuando él jugaba, a Paulinho. Uno, Semedo, ya es titular. Del otro, aunque no indiscutible en el once, ya se sabe que será competitivo. Falta por comprobar la valía de Dembélé, otra apuesta personal del secretario técnico, uno de los primeros en querer jugársela por él pero sin capacidad para convencer al jugador de que fuese el cuarto delantero después del tridente para traerlo en la temporada 2016-17. Robert tuvo un error más. Anunciar “uno o dos fichajes” más durante la presentación de Dembélé. Ni Countinho ni Di María pudieron ser incorporados. Fue un golpe duro, del que poco a poco parece recuperarse. Aún tiene que trabajar por recuperar crédito, pero Robert ha ganado algún punto estos dos meses. De Pep Segura no puede decirse lo mismo. Agazapado, no tomó grandes decisiones en verano, se escondió para no dar explicaciones y lanzó a Robert con Albert Soler después del cierre de mercado y se le vio muy poco vigor para resolver la crisis con el vestuario que él mismo, por voluntad propia o falta de agilidad ante los micrófonos, desató. Sigue siendo un anónimo para el socio del Barça.
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