El Espanyol de Madrid: los periquitos de la Dehesa
El club nació en la Dehesa madrileña muy ligado al equipo catalán. El Espanyol ayudó a José María Calzón y le dio camisetas.
En Madrid existe un equipo con un nombre y unos colores muy barceloneses. Un club con orígenes de la ciudad condal que disputa sus partidos en un campo de tierra de la Dehesa de la Villa. Este conjunto es el Espanyol de Madrid. El equipo no es un filial o una delegación del club perico en la capital de España, se trata de un equipo creado por un hombre colchonero que adora al Espanyol, algo bastante atípico.
El fundador de este club es Enrique Fernández, actualmente ocupa el cargo de director deportivo: “Soy un aficionado del Atlético de Madrid de toda la vida pero que guarda mucho cariño al Espanyol. He tenido miles de vivencias con el club, el descenso en Santander, el ascenso en Málaga y la inauguración de Cornellá... He estado en los tres estadios del Espanyol”, afirma Enrique.
Su relación con el club perico se remonta a Bagnes de Luchón (Francia) en 1988. En aquella época Enrique era entrenador y realizó una pretemporada con su equipo en la localidad francesa junto al Espanyol. Allí conoció al histórico delegado del club perico, José María Calzón. Enrique habló con Calzón para contarle la idea de la formación de un nuevo equipo en Madrid, su nombre sería el Espanyol de Madrid.
El club madrileño se fundó en la más absoluta humildad y los periquitos de Madrid echaron a volar en la Tercera División regional, categoría más baja del fútbol madrileño. Sus futbolistas son gente del barrio y jugadores que habían entrenado con el propio Enrique. El año pasado tuvieron 30 fichas de futbolistas de las que esta temporada no siguen ni la mitad.
Una fusión con La Resaca ha permitido que el equipo ascienda de categoría a Segunda Regional y obtenga las plazas en las ligas de categorías inferiores. “Yo trabajé con La Resaca y ellos pretendían dejar los equipos y me ofrecieron acoger a los jugadores en el Espanyol de Madrid”, comentó Enrique sobre la fusión de los equipos. En sus comienzos, el Espanyol de Barcelona le suministró material deportivo, pero llevar el nombre del equipo de la ciudad condal les supuso una dificultad a la hora de hacer el registro de la entidad. A la hora de inscribirla en el registro hubo que hacer una serie de variaciones. Las siglas RCD significan Recreativo Cultural Deportivo, en lugar del Real Club Deportivo que acompaña al Espanyol barcelonés. El escudo también cambia un poco y no lleva la corona que porta habitualmente el Espanyol. Enrique, al ser preguntado, bromea: “No llevamos corona porque no tenemos el título de Real. Tendremos que hablar con la Casa Real”.
Para Enrique es una responsabilidad y un orgullo llevar el nombre del Espanyol en su equipo. “Por un lado es una ventaja porque nos han facilitado equipaciones, pero también es el peso de un nombre y una responsabilidad que no es como crear un equipo de tu barrio. Tenemos un compromiso importante al llevar ese escudo y esos colores”, comenta el directivo. Por último, el fundador define el proyecto con dos palabras: “Ilusión y amistad. Tenemos ilusión y hay amistad tanto entre nosotros como con el Espanyol”.
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