Trump al ataque: “El negocio de la NFL se va a ir al infierno”
El Presidente de Estados Unidos no ha dejado pasar la oportunidad de volver a referirse a las protestas durante el himno y augura un negro futuro a la liga.
Si alguien pensaba que la tensión que se ha generado entre la NFL, con jugadores y propietarios en un bando, y Donald Trump, Presidente de los Estados Unidos, iba a remitir con el paso de los días resulta que es más bien todo lo contrario.
En unas declaraciones cuando salía de la Casa Blanca en viaje hacia Virginia, el mandatario ha afirmado que la NFL “se encuentra en un lugar muy malo” por las protestas de los jugadores y eso amenaza el negocio que es la máxima competición del football.
“Cuando miras lo que está pasando con los ratings de audiencia, francamente en lo único en lo que la NFL lo está haciendo bien es justo antes del partido porque todo el mundo quiere ver lo que está ocurriendo”.
“No puedes tener a alguien faltando el respeto a nuestro himno, nuestra bandera o nuestro país y eso es lo que están haciendo”, dijo Trump. “En mi opinión, la NFL tiene que cambiar. ¿Sabes lo que pasará si no lo hacen? Su negocio se va a ir al infierno.”
Los fríos datos
La compañía Nielsen, que se encarga de recoger los datos en materia de audiencia, ha afirmado el martes que el seguimiento de los partidos de la NFL para 2017 experimentan un descenso del 11% en relación con la temporada anterior, pasando de los 17.63 millones a 15.65 para la presente campaña.
No obstante, esos números no incluyen muchos partidos que son emitidos a nivel regional, pero no para todo el país.
La polémica
Las explosivas declaraciones de Donald Trump durante el transcurso de un acto político en el que criticaba a aquellos que se arrodillaban frente a la bandera tuvo el punto álgido cuando les llamó “hijos de puta” y dijo que los propietarios deberían despedirlos, para añadir posteriormente vía su herramienta de comunicación preferida (Twitter) que los jugadores habían sido irrespetuosos con la bandera estadounidense, el himno, el Ejército y el propio país.
Las protestas fueron iniciadas durante la temporada 2016 por el entonces quarterback de los San Francisco 49ers, Colin Kaepernick, y cuya base era denunciar la desigualdad racial existente en el país y la brutalidad policial. Aunque dichas posturas no estaban extendidas a lo largo de toda la liga, el particular punto de vista de Trump consiguió unificar de alguna forma a prácticamente la totalidad de la NFL durante el pasado fin de semana. Los jugadores entrelazaron sus brazos o se arrodillaron durante el himno y algunos tuvieron incluso la presencia de los propios dueños.
Por su parte, Pittsburgh Steelers, Seattle Seahawks y Tennessee Titans permanecieron fuera del terreno de juego durante la interpretación del himno.