MIAMI MARLINS

Los Marlins buscan su identidad un año después de la muerte de José Fernandez

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Rob FoldyGetty Images

Parece mentira, pero ya han transcurrido 365 días desde que nos enterásemos, algunos a primera hora de la tarde mientras que para otros fue el inicio de la jornada, de la trágica muerte de José Fernández y dos acompañantes en un accidente náutico que provocó una conmoción a lo largo de las Grandes Ligas de béisbol.

La pérdida de un pitcher fabuloso y un ser humano aún mejor nos dejó sin palabras porque fue algo tan imprevisto como repentino, porque alguien que estaba en la flor de la vida a sus 24 años se quedaba sin escribir innumerables capítulos en materia deportiva al igual que en su vida íntima, puesto que su hija Penélope nacería en febrero de 2017.

Y un año más tarde, los Miami Marlins buscan su lugar en las Mayores

Un hueco imposible de llenar

Si algo caracterizó a José Fernández sobre los montículos fue un talento tan extraordinario que le situaba como uno de los mejores exponentes de la generación actual de pitchers y un Mesías para una franquicia necesitada de símbolos que le permitiesen conectar con la comunidad cubana que es parte fundamental de la ciudad de Miami.

Estamos hablando de alguien que siendo tan joven, ya había sido nombrado el mejor novato en 2012 y había sido All-Star en dos ocasiones, sin olvidarnos que hubiese sido uno de los focos de atención del Juego de las Estrellas que se celebró en el Marlins Park el pasado mes de julio.

A fin de cuentas, la historia de José Fernández es la de tantos que buscaron la libertad y obtener fama y fortuna en la tierra de las oportunidades… y lo consiguió. Además, en el caso de José Fernández, se trataba de uno de los suyos, alguien que convertía cada actuación en su campo en una cita obligada y era de las pocas ocasiones en las que los Marlins se asemejaban a una franquicia con pulso e ilusión, que inundaban el estadio con cánticos en honor de su lanzador y que brilló con especial intensidad ante su público, como haría en la última ocasión en la que subió a un montículo en las Grandes Ligas.

Ni siquiera la campaña extraordinaria de Giancarlo Stanton ha sido capaz de atraer al público como se merecería porque lo que está logrando el portentoso bateador es lograr home runs a un ritmo sobrehumano mientras asaltaba algunas de las marcas más míticas del béisbol y que se sitúa con 57 a falta de siete partidos para acabar su año.

Un año en el que los Marlins han vuelto a decepcionar y sitúan su marca en un desilusionante 73-82, incluso con las proezas de Stanton, Ozuna, Yelich y Dee Gordon, entre otros.

Una verdadera encrucijada

La trágica muerte de José Fernández ocurrió durante el lamentable régimen de un Jeffrey Loria que ha dejado paso a la llegada de un grupo de inversores que han cerrado un acuerdo que está a la espera de ser aprobado por parte del resto de dueños de la MLB y cuyo rostro más visible es el del eterno capitán en los Yankees, Derek Jeter.

Sin embargo, los primeros pasos del antiguo shortstop metido ahora a directivo ha sido acabar de la forma más drástica y poco elegante de varios asesores especiales que tenían un especial significado para los Marlins y la comunidad como Tony Pérez, Andre Dawson, Jack McKeon o Jeff Conine… más la complicada situación que rodeará la figura de Stanton y su mastodóntico contrato pendiente que llega hasta los 295 millones para los próximos 10 años aunque ya habrá tiempo para ocuparse de ello.

Mientras tanto y de veras que así lo sentimos toda la familia del béisbol, nada nos hubiese gustado más que hablar sobre la sensacional campaña que había cosechado el cubano de camino a hacerse con su primer Cy Young, porque tenía talento para eso y quizás mucho más.

Sin embargo, no estamos hablando de eso sino del aniversario de su fallecimiento y eso lo hace aún más difícil.

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