De robar balones en la NFL a perseguir criminales en el FBI
Charles Tillman, el cornerback de la historia de la liga de fútbol americano que más pelotas arrebató a los receptores, quiere ser agente federal.
Charles Tillman jugó trece temporadas en la NFL, doce de ellas en los Chicago Bears. Es un jugador legendario de la franquicia. Entre 2003 y 2015 estuvo en la liga, con la guinda de que su último año pudo jugar su segunda Super Bowl, en esa ocasión con los Carolina Panthers. No ganó el gran premio nunca, aunque nadie se lo reprochará porque es protagonista de una de las jugadas defensivas más icónicas de la liga en el siglo XXI: el "Peanut Punch".
Se trata del dominio en el arte de pegar un puñetazo al balón cuando el receptor lo tiene ya trapado y corre con él. Tillman, desde la posición de cornerback, perfeccionó la manera de ejecutar tal jugada que lo logró en 44 ocasiones, más de el doble que cualquiera de los que han jugado en la secundaria en la historia de la NFL. Su inteligencia era aún superior a su capacidad física.
Pues ya retirado, y con 51 millones de dólares ganados en su carrera, ha decidido dejar de perseguir receptores para robarles el balón para perseguir criminales como agente federal del FBI.
Tillman tiene 36 años. Cumple 37 el próximo 23 de febrero. Ese es el último día que tiene para ingresar en el cuerpo porque el FBI no admite nuevos miembros que pasen de los 37 años. Según diversas fuentes consultadas por el Chicago Tribune, la apuesta es muy en serio, porque es a lo que se ha querido dedicar toda su vida, quitando, por supuesto, el ser jugador de football profesional. Ni Tillman ni el FBI han comentado nada al respecto por propia política de la Agencia Federal.
El jugador se había graduado en la especialidad en Justicia Criminal en el 2003, antes de entrar en el draft de la NFL donde fue un segunda ronda, por la universidad de Louisina-Lafayette. Además, su familia está muy implicada en la seguridad nacional norteamericana y las fuerzas armadas pues su padre estuvo en el ejercito. En sus esfuerzos caritativos, que Charles Tillman gestiona a través de una fundación, ya había estado en Irak y Kuwait con las tropas estadounidenses en diversos años.
Así que no le debe pillar de sorpresa a nadie este giro en la vida del gran Charles Tillman. Alguien que en el campo de fútbol americano siempre fue conocido por su inteligencia, compromiso, sensatez, esfuerzo y profesionalidad y ahora quiere poner todas esas virtudes en favor de la justicia y la seguridad de su país.