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Dallas Cowboys

Zeke Elliott remata con desidia un partido espantoso

El running back de los Dallas Cowboys jugó el peor encuentro de su carrera profesional y mostró una falta de implicación sorprendente y desagradable.

DENVER, CO - SEPTEMBER 17: Running back Ezekiel Elliott #21 of the Dallas Cowboys rushes against the Denver Broncos in the second half of a game at Sports Authority Field at Mile High on September 17, 2017 in Denver, Colorado.   Justin Edmonds/Getty Images/AFP
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Justin EdmondsAFP

El esfuerzo y el compromiso no son opcionales en la NFL, en el fútbol americano en general. Aunque se puede aplicar la frase a cualquier actividad humana, y se hace, lo cierto es que hay contextos y entornos donde la obligación de ser duro, confiable, de darlo todo en cualquier momento, sea cual sea el resultado, y pegarte con tus compañeros es incuestionable. Nadie está por encima de esa norma.

Y menos que nadie una estrella de segundo año, alguien que haría bien en evitar ser señalado como una diva porque ya tiene suficientes problemas con la liga como para ser tachado, por los aficionados, de lo pero que puede ser tachado un jugador de la NFL: de pasota y/o cobarde.

Zeke Elliott, fabuloso running back de los Dallas Cowboys, tuvo ayer el peor partido de su carrera profesional. En ocho carrera avanzó nueve yardas. Una miseria. Los Denver Broncos dejaron muy claro desde el principio que querían que les ganase Dak Prescott por el aire porque, anulando a Elliott, no tenían miedo alguno de los de Dallas. Lo hicieron. Y acertaron. A lo grande.

Zeke dejó que la frustración de la situación le devorara. Y llegó el momento, en el tercer cuarto, en que su quarterback lanzó una intercepción cuando perdían por 28 a 10. No hace falta ser un genio de este deporte y de las matemáticas para saber que la cosa se estaba poniendo imposible. Y por imposible lo dio Elliott:

Sencillmanente, es intolerable. No sólo no hace el más mínimo esfuerzo por cumplimentar su lado de la jugada sino que desiste de perseguir al rival o de ayudar a sus compañeros.

Zeke Elliott tiene pendiente sobre su cabeza una suspensión de seis partidos por un caso de violencia doméstica y machista. No se han aplicado hasta ahora porque la justicia le ha quitado la razón a la NFL en el proceso de sanción. No hay que olvidar que los tribunales exculparon al jugador de los cargos. Eso no impide ver que está en graves problemas en la liga. Si lo que tiene pensado es dejarse llevar y parar de pelear en partidos en los que no le apetece cumplir con su obligación, se puede encontrar con la oposición frontal de compañeros y seguidores, más allá de sus problemas fuera del campo.