MUNDIAL 2018 | MOLDAVIA 0 - GALES 2
Woodburn tira de Gales, que supera a Irlanda y es segunda
Los de Coleman tuvieron que sufrir ante Moldavia. El joven de 17 años, que ya marcó ante Austria el gol del triunfo, asistió a Robson-Kanu para abrir el marcador. Juego amistos, Irlanda vs USA
Apunten su nombre: Ben Woodburn. Tiene sólo 17 años, pero su carta de presentación con la selección de Gales en esta doble fecha internacional no ha podido ser mejor: tras el gol del triunfo ante Austria, ayer sacó las castañas del fuego a los dragones en casa de Moldavia con su asistencia a Robson-Kanu, tras agarrar el balón en el mediocampo y plantarse en el área con un alarde de velocidad y chispa. Sobre ese mismo césped, Bale perpetuó su estado de depresión con una actuación preocupante; ya ni Gales, el ecosistema donde se siente capitán-general, consigue despertar las cualidades de que hizo gala en Tottenham y en su primer año en el Real Madrid. Pero Gales no necesitó de su jugador bandera para, con bastante sufrimiento, sacar los tres puntos en Chisinau y aprovechar así la derrota de Irlanda ante Serbia (0-1) para arrebatarle la segunda plaza, que da acceso a la repesca. A la espera de que Bale abandone el diván, Coleman puede ponerse en manos del imberbe Woodburn, la última sensación del futból galés, para soñar con estar en Rusia 2018.
Moldavia, convencida de su plan, defender con diez en campo propio y fiarlo todo al balón parado y a alguna acción aislada, no mereció la distancia del marcador. Los locales se protegieron con vigor y aguantaron bien las acometidas de Gales, protagonizadas principalmente por Allen en la creación y por Robson-Kanu. El delantero es un compendio de virtudes y defectos: aúna buenos controles y desmarques interesantes con una puntería discutible y una tendencia excesiva a sacar los codos a pasear. El árbitro le perdonó la primera, pero le castigó cuando hizo sangrar a Graur en una pugna. Bale, que arrancó en la derecha y acabó por donde le pedía el cuerpo en cada momento, se fue con apenas un par de tiros centrados y otros muchos sin siquiera ver puerta.
La exhibición de controles, taconazos, disparos y desbordes de Woodburn, al que Coleman recurrió a media hora del final, acentuó el agujero en el que Bale vive estos días. Aunque todo hubiese quedado en anécdota si Hennessey no saca una mano salvadora en el 92' a tiro de Cojocari. Ramsey hizo un minuto después el 0-2 y Dedov rozó uno de los goles del año. Apenas detalles en la fiesta de Woodburn.