Lewis Hamilton gana… pero hay Mundial

Mi favorito al título de Fórmula 1 de 2017 es Lewis Hamilton, pero no tengo nada claro que tal pronóstico se vaya a cumplir. Su victoria en Monza ha sido un golpe en la mesa, aunque quizá por previsible pierda algo de efectividad. Un circuito de rendimiento puro donde el Mercedes se presentaba imbatible, como así ha quedado refrendado con la segunda posición de Bottas. Sin embargo, el Mundial abandona ahora Europa y afronta un complicado periplo en escenarios bien diferentes, en los que quizá el monoplaza alemán no disponga de tanta ventaja. La tercera plaza de Vettel me parece en este sentido una bendición: primero, porque le mantiene muy vivo en el campeonato y segundo, por la alegría que ha supuesto para los seguidores de Ferrari, los otros protagonistas del GP de Italia.

Lo decía Vettel desde el podio y no puedo estar más de acuerdo: los italianos son la mejor afición del mundo en este deporte. Quizá lo británicos tengan la misma tradición, pero desde luego no esa entrega y pasión, suficientes para convertir la carrera de Monza en algo tan especial. Por eso el triunfo de Hamilton tiene un doble valor aunque creo que no determinante. El inglés va a tener que sudar para doblegar a su rival y que se mantenga esa tensión es magnífico para el espectáculo, otro monólogo de Mercedes no es lo que necesitamos. Sobre todo los españoles, que vemos a los nuestros sufrir con coches por debajo de su talento. En el caso de Sainz más de lo mismo en una escudería que se le ha quedado pequeña hace tiempo; en el de Alonso, vergonzoso que McLaren siga jugando a un fraude impresentable.