Isco dinamitó a Italia con dos golazos
Fuimos a ver a Asensio y vimos a Isco. Tanto monta, monta tanto. El malagueño dinamitó un partido que llevaba trazas de equilibrado con dos goles magníficos en la primera mitad, que derrumbaron a Italia. El primero, en un golpe franco a la escuadra. El segundo, con un disparo perfecto a la cepa del palo de Buffon. Dos tiros precisos, uno con cada pie. La falta del primero, por cierto, vino tras un pase profundo de Iniesta a Asensio, que corrió a la zona del ‘nueve’ que no teníamos y fue volteado por Bonucci. Porque España salió sin ‘nueve’, en busca de apariciones desde atrás que pillaran sin referente a los centrales. El primer gol llegó por ahí.
Pero, la verdad, fue Isco el que destruyó a Italia con sus dos aciertos. No estábamos siendo tan superiores en el juego como para llegar 2-0 antes del descanso. No le habíamos provocado ninguna parada a Buffon, Italia sí una a De Gea, en cabezazo a bocajarro de Belotti. Pero los partidos equilibrados los resuelven las genialidades y el que las puso fue Isco. Tras su segundo gol, la clasificación para el Mundial estaba escrita. Tan claro lo vio España que en la segunda mitad hubo una fase en que aburrió, y los pocos que habían pitado a Piqué al principio (acallados por gritos mayoritarios en favor del jugador) se dejaron oír de nuevo. Tontainas.
Lopetegui reactivó la fiesta metiendo a Morata por Iniesta, cuya retirada fue un clamor. Morata, con Italia intentando atacar, era una baza clara para lanzar sus carreras al contraataque, en una de las cuales, acompañado y servido al final por Sergio Ramos con un pase impecable, marcó para hacer más rotunda la victoria. Con el 3-0, el Bernabéu reclamó a Villa, que entre que el juego tardó en parar y la primera vez que lo hizo fue con falta en contra y Lopetegui, cartesiano, prefirió dilatar el cambio, casi se queda sin salir. Pero al fin salió, por Isco, y en el cruce entre ambos casi se cae el campo. Noche feliz, en fin. Y la clasificación, en el bote.