Chile puede con el TAS pero no con Paraguay que lo golea
Chile jugó su peor partido de la clasificatoria para Rusia 2018 y cayó ante Paraguay. Jara y Aránguiz no podrán jugar contra Bolivia.
Un Chile apagado, sin luces y, por eso mismo, sin ningún brillo, tuvo su peor actuación en la eliminatoria para Rusia 2018 y cayó por 3-0 ante Paraguay. Con ello, complica considerablemente la opción de ir a la Copa del Mundo.
Si alguien creía que no podía haber nada peor que el 0-0 contra Bolivia en el Monumental, que Chile después ganó en los tribunales de la FIFA, estaba equivocado. Lo del jueves ante los guaraníes fue peor y, de paso, se perdieron los tan celebrados puntos que confirmó el TAS esta misma semana.
La fatalidad, termino acuñado en este mismo estadio hace cuatro días por Ángel Guillermo Hoyos, se produjo a los 24 minutos. Un tiro libre por una falta que no fue, con un centro que no se colaba en el arco ni que habría encontrado a paraguayo alguno, fue desviado por Arturo Vidal. En su afán por despejar, el jugador del Bayern Munich la clavó en el ángulo superior izquierdo del arco. Claudio Bravo quedó tieso como una estatua. No tenía nada que hacer. Fue un autogolazo.
Paraguay hasta ese momento era más que Chile, pero no tanto como para merecer ir con ventaja. La Roja, que había partido nerviosa y llena de dudas, se hundió más en el pozo.
Chile no tenía cómo. La pelota transitó entre Díaz, Aránguiz, Jara y Medel. Frente a ellos, los paraguayos agrupados como un muro impenetrable. Y cuando lograban traspasar ese límite, chocaban con la defensa visitante. Alexis Sánchez, quien comenzó jugando por la izquierda, se fue a la derecha para recordar los viejos tiempos del Udinese con Mauricio Isla, pero el Huaso no andaba en un buen día.
Fue tanto el eclipse de ideas y de fútbol, que el equipo dueño de casa visitó la portería adversaria recién a los 40 minutos. Un remate desde fuera del área de Eduardo Vargas fue la primera campanada de alerta que Antony Silva desvió con desesperación. Antes, los guaraníes estuvieron a punto de anotar el segundo, con un cabezazo en el primer palo de Víctor Cáceres que se fue apenas elevado.
En el segundo tiempo, Chile entró con el acelerador a fondo, pero carente de precisión. La actitud era otra, era evidente, pero faltaba claridad.
A los 52 minutos, Eduardo Vargas tuvo el empate con una volea desde dentro del área que rebotó en Alonso. El portero Silva no tenía opción.
En la jugada siguiente vino el golpe de nocaut. Una trancada de Marcelo Díaz se convirtió en una habilitación perfecta para Víctor Cáceres, quien venció a Claudio Bravo. Dos a cero y el Monumental quedó en total y absoluto silencio.
Pizzi envió de inmediato al campo a Esteban Paredes y Jorge Valdivia. Y si hubiese nominado a Jaime Valdés, completaba los tres cambios de un viaje. Había que cambiar la historia a como diera lugar. La fórmula de los ídolos colocolinos, inédita en este proceso, también obedecía a una buena cuota de desesperación.
Alexis Sánchez, quien siempre sostiene las esperanzas del pueblo chileno, se vio carente de chispa. La misma que le faltó en los partidos finales de la Copa Confederaciones, que en ese momento se atribuyó al agotamiento. Maldita coincidencia que el libro de pases europeos cerrara justo media hora antes del duelo contra Paraguay.
El ataque chileno fue un desorden. Pudo descontar a los 70'. Aránguiz se lo pierde solo, tras gran pase de Valdivia, Paredes anota, pero estaba en posición de adelanto. Si le dejaba el rebote al Príncipe, era gol legítimo.
En la jugada siguiente, Aránguiz recibió amarilla. Unos minutos más tarde le pasó lo mismo a Jara. Ambos quedaron suspendidos y no podrán jugar contra Bolivia el próximo martes. No había caso, los astros estaban alineados y la suerte ya estaba echada.
Chile siempre dio como seguros los puntos como local en los cálculos para llegar a Rusia. Habrá que modificar la planilla excel. A La Paz habrá que ir con la necesidad imperiosa de ganar, a como dé lugar.