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Cleveland Browns

La descorazonadora gestión de primeras rondas de los Browns

Con el traspaso de Cam Irving a los Kansas City Chiefs y el corte de Joe Haden, el equipo de Cleveland sigue dando por perdidos sus drafts.

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La descorazonadora gestión de primeras rondas de los Browns

Ha sido una tarde movida en las oficinas de los Cleveland Browns. El dúo de general managers que dirige esas instalaciones, formado por Sashi Brown y Paul DePodesta, ha seguido haciendo lo que más tiempo les ha consumido en el año y medio que llevan al frente de la franquicia: echando jugadores y acumulando elecciones de drafts futuros.

Primero han despedido a Joe Haden. El cornerback ha sido uno de los mejores jugadores de la década en los Browns. Puede parecer poca cosa, pero no lo es. Incluso en un equipo en el que no han llegado las victorias hay que tener buenos jugadores. Es una cuestión casi de estadística. Y Joe Haden ha sido bueno. No, miento: muy bueno. Pero mucho.

Lo que sucede es que llevaba dos años entre lastrado por las lesiones, desmotivado e inmerso en una defensa rejuvenecida, cada temporada más, en la que no pegaba nada. Y se notó. Su juego ha sido mediocre para cualquiera y lamentable para alguien de su talento.

Ahora pinta a que firmará por los Pittsburgh Steelers, los más interesados en adquirirle como agente libre. Dudo que pueda recuperar su antiguo nivel, ni siquiera acercarse a ser la sombra de lo que una vez fue, pero quizás sí que merezca la pena el riesgo, que no será mucho, en una plantilla como los Steelers, tan ayuna de buenos cornerbacks.

Lo segundo que han echo en los Browns ha sido traspasar a Cam Erving, línea ofensivo, a los Kansas City Chiefs por una quinta ronda del draft del año que viene. Erving ha sido movido por todo lo ancho de las posiciones de la OL y en todas ellas ha fracasado. Los Chiefs, como decía antes de los Steelers, han pensado que el riesgo de una quinta ronda no es mucho por ver si pueden recuperar a un jugador que entró en la NFL con la vitola de ser un tipo importante y con capacidad para ser titular una década. Al igual que en el caso de Pittsburgh y Haden, no les arriendo la ganancia.

El panorama que nos dejan estos dos movimientos es descorazonador con respecto a las primeras rondas de los Cleveland Browns.

Desde el año 2010 y hasta el 2015, la época pre-Brown-DePodesta, el equipo ha escogido a nueve jugadores en la primera ronda del draft. De todos ellos sólo Danny Shelton, de 2015, permanece en la plantilla. Los citados Joe Haden, del 2010, y Cam Erving, también de 2015, han sido los últimos en ser podados del equipo. Antes lo habían sido Phil Taylor (2011), Trent Richardson y Brandon Weeden (2012), Barkevious Mingo (2013) y Justin Gilbert y Johnny Manziel (2014). Estadísticamente es una aberración casi imposible de repetir.

Es evidente que el nuevo régimen no tiene la culpa de todos estos fracasos, y que es encomiable que hayan cogido el toro por los cuernos y hayan tratado de reparar el daño hecho por sus antecesores. De hecho, asumir que Erving no vale, aunque costase una primera ronda hace sólo dos años, o que Haden está acabado para ellos y su actual momento filosófico, a pesar de ser alguien muy importante en la historia reciente del equipo, habla bien de ellos.

Y hay que subrayar que, con esa quinta ronda de los Chiefs, el panorama para el próximo draft del equipo es muy parecido al del pasado, el de 2016, donde tuvieron oportunidad de conseguir muchos jugadores de nivel. Porque en 2018, de momento, los Cleveland Browns tienen dos primeras rondas (la suya y la de Houston), dos segundas (exactamente lo mismo), una tercera, dos cuartas (la propia y la de Carolina) y dos quintas, como ha quedado dicho.

Ha sido una época muy dura para la franquicia de Ohio. Hoy se ha visto uno de los últimos coletazos de esa era, con dos primeras rondas abandonando el equipo, aunque queda claro que por diferentes motivos. El futuro parece brillante, siempre y cuando Sashi Brown y Paul DePodesta no la fastidien al nivel que sus predecesores.