"Isaiah está herido, le costará volver a creer en un equipo"

En sus inicios en la NBA, a Isaiah Thomas se le conocía porque iba abriéndose camino desde el número 60 del draft (2011) y su 1,75 de altura… y por la falsa creencia entre muchos aficionados de que era hijo del mítico Isiah Thomas, bases de los Bad Boys de Detroit Pistons. Pero no, todo lo contrario: Isaiah es californiano y creció siendo fan de los Lakers, como su padre, que perdió una apuesta en tiempos de los Lakers-Pistons de finales de los ochenta y llamó a su hijo Isaiah (nacido en 1989)… con una ‘a’ extra, al menos.

Esta casualidad hizo que ambos entablaran relación e Isiah, campeón en 1989 y 1990, ya ha hablado con Isaiah sobre el traspaso de Kyrie Irving a Boston Celtics que ha acabado con él en Cleveland Cavaliers. Así lo aseguró el exjugador en una emisora de radio. Y parece que más allá de que jugará junto a LeBron y tendrán tantas o más opciones de pelear por el anillo como en Boston, parece que a Isaiah le ha dolido que el que era su equipo haya optado por prescindir de él después de una temporada en la que fue all star por segundo año consecutivo, promedió casi 29 puntos por partido y estableció un tremendo vínculo emocional con el Garden, donde ha jugado desde febrero de 2015 y donde, por ejemplo, no abandonó a su equipo en playoffs a pesar del fallecimiento de su hermana en accidente de tráfico.

Según Isiah, el ya base de los Cavs está tocado: “He hablado con él y está dolido, emocionalmente está herido. Si se piensa solo en baloncesto, será fantástico para él y para Kyrie. A los dos les va a ir bien. Pero claro, si lo piensas es como si le hubieran dado un puñetazo en el estómago, uno que vino por sorpresa. Kyrie sabía que lo iban a traspasar, lo estaba esperando y estaba preparado. Pero Isaiah ahora está pensando a qué colegio irán sus hijos, dónde va a vivir… No se lo esperaba para nada. Lo que más conmueve es que lo dio todo por los Celtics, dio su corazón por el equipo. Es un negocio, todos los sabemos. Pero la forma en la que ha sucedido todo le ha dolido mucho. Creo que le costará volver a tener confianza, a creer y mostrar ese nivel de lealtad, de amor hacia una franquicia. Y creo que los Cavaliers tendrán que trabajar con él para que vuelva a disfrutar y a estar a gusto con la situación en la que está. Es un jugador muy pequeño, lo que le diferencia es el amor, la pasión. Si pierde algo de todo eso, va a ser muy difícil para él. Los Cavaliers tienen que lograr que vuelva a confiar en su equipo, en este caso en ellos”.