El Sevilla se agarra a la historia

A Berizzo le queda mucho por hacer en el Sevilla. La clasificación a la fase de grupos de la Champions League permitió que el argentino levantara los brazos y celebrara con la grada de Nervión la consecución del primer objetivo de la temporada. Costó sudor y casi lágrimas cuando eso no estaba en los planes de un equipo construido para ser importante en Europa. El Basaksehir no fue un invitado de piedra en el Pizjuán: tiró de la clase de Adebayor, incordió y se topó con el poste cuando casi roza su sueño.

La realidad deja al Sevilla en el bombo de la Champions por tercera temporada consecutiva. Lo que Unai Emery y Jorge Sampaoli vivieron en cursos precedentes queda ahora en manos de Berizzo. Por delante, mucho por hacer para devolver a este Sevilla un carácter competitivo que no reflejó en toda su dimensión en esta eliminatoria. Aparecieron eso sí los dos fichajes que más ilusionaron a la afición nervionense este verano: Jesús Navas y Nolito entregaron dos asistencias de lujo que convirtieron al conjunto turco en pasado. A esos mimbres deben sumarse muchos más: Berizzo necesita a Muriel, llegado como gran apuesta económica de la dirección deportiva, espera al mejor Banega y suspira por otro atacante para su plantel. La primera final del curso se cerró con una sonrisa conpleta y merecida. Pero Berizzo quiere alargarla muchísimo más.