El Efecto-10: el Atlético se enchufó con uno menos
La expulsión de Griezmann fue un despertador mental. El francés tuvo un noviazgo deportivo con el Manchester en verano y le dio inestabilidad
Gran partido del Girona ante un dormido gigante rojiblanco que, sobre todo en el primer tiempo, ganaba la mayoría de los duelos individuales y estuvo a punto de lograr la gran gesta de vencer a los de Simeone en su debut liguero en Primera División. Prueba de ello fue que en el descanso el Cholo les dijo la verdad a sus jugadores: “Han sido mejores que nosotros y la única manera de entrar en el partido es empezar de cero y pensar en hacer un gol, hacerlo va a traer el segundo”. Dicho y hecho. Lo único que no contaba el entrenador del Atlético era que la auto-expulsión de Griezmann iba a ser un despertador mental para el equipo.
El llamado EFECTO-10 se produce en algunas situaciones en las que un equipo se queda con 10 jugadores tras la expulsión de otro compañero. Esto sirve como un disparador físico y mental. Se encienden todas las alarmas y el jugador sale del letargo. El equipo se hace consciente de la situación, la acepta y se compromete con la mejora, y con determinación, los esfuerzos se redoblan, ya que se requiere un plus para compensar el jugar con uno menos. Como dice el dicho: “ahogados a la mar”, no hay nada que perder y los jugadores se proyectan motivados hacia el éxito.
Otro caso a analizar es el de Griezmann, un excelente jugador, con mucho talento, aunque hay que comprender su situación y atenderla. Por un lado, cuestiones extradeportivas que puede que le hayan dado una cierta inestabilidad, como por ejemplo su noviazgo deportivo de verano con el Manchester United , sus propias expectativas de querer ganar títulos y un rendimiento discreto durante la pretemporada. Por otro, la frustración de un bajo rendimiento individual y del equipo contra el Girona, el resultado adverso en el marcador (2-0) y la situación puntual del penalti no pitado. Estas cuestiones fueron como un coctel que, tras no pitar penalti y recibir la primera tarjeta amarilla, el jugador se desahogó diciendo al árbitro “eres un cagón” (según el acta arbitral). Esta auto-expulsión junto a la de Banega, del Sevilla, que también insultó al árbitro, son dos claros ejemplos de que algunos jugadores requieren un entrenamiento psicológico en autocontrol para mejorar su rendimiento y el bienestar dado el alto estrés de la competición y las cuestiones extradeportivas que puede vivir el jugador.
Por todo ello, el Atlético de Madrid tiene algunas asignaturas pendientes para rendir tras el verano, cuestiones que no le son ajenas y que forman parte de su ADN: 1) Mejorar la
preparación mental del equipo y de ciertos jugadores para iniciar los partidos mentalizados, activados y con la “mordiente e intensidad” que le es característica. 2) Encauzar los próximos partidos desde la humildad, el respeto por el rival y el máximo trabajo. 3) Recuperar psicológicamente a Griezmann, el equipo lo necesita con los cinco sentidos puestos en el Atlético y en el terreno de juego. A pesar de todo, los de Simeone fueron fieles a sí mismos el sábado pasado en Girona. El equipo sigue manteniendo vivo lo mismo de estos últimos años, el esfuerzo, las ganas de no rendirse, de insistir hasta el final del partido... No hay mal que por bien no venga.
Alejo García Naveira es psicólogo del Deporte Experto en Estrategias Psicológicas para el Alto Rendimiento y la Salud.