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Pretemporada NFL

Trubisky, Watson, Kizer, Mahomes: que vienen, que vienen

Los cuatro primeros quarterbacks elegidos en el pasado draft de la NFL han usado la primera jornada de pretemporada para aumentar su valor.

CHICAGO, IL - AUGUST 10: Mitchell Trubisky #10 of the Chicago Bears passes under pressure from Shakir Soto #67 of the Denver Broncos during a preseason game at Soldier Field on August 10, 2017 in Chicago, Illinois. The Broncos defeated the Bears 24-17.   Jonathan Daniel/Getty Images/AFP
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JONATHAN DANIELAFP

Una jornada de pretemporada. Una jornada de pretemporada en la NFL es todo lo que se necesita para que las narrativas acerca de los quarterbacks rookies desaparezcan en favor de la única gran verdad del deporte: ganar. Ganar ya. Ganar mucho. Lo que sea que haga ganar o, como es el caso, haga que la ilusión por la victoria crezca. La ilusión es un muy poderoso sentimiento.

En los Chicago Bears, los Cleveland Browns, los Houston Texans y, un poco en menor medida, en los Kansas City Chiefs se respira esa sensación de que vienen tiempos excitantes y dignos de ser vividos. En las cuatro franquicias se han hecho apuestas muy serias por quarterbacks en el pasado draft y eso sólo significa que el cielo es el límite, que "y si funciona...", que "y si es el verdadero...", se vuelven conversaciones constantes en el entorno de estos equipos.

Para qué queremos más si en la primera semana de un poco de football organizado, aunque sea de fogueo, todos ellos dejan detalles, momentos, que hacen que la adrenalina de las victorias futuras se dispare. Hoy es lunes de mucha sobrerreacción en esas casas.

Porque es sobrerreacción. En eso supongo que estamos todos de acuerdo. No se puede juzgar, en modo alguno, por un sólo partido de pretemporada, mucho menos por escasos drives jugados ante segundas y terceras defensas. Pero sí que se puede atisbar el talento de los cuatro aludidos y el porqué merecieron que se apostara por ellos, y eso conlleva mandar al carajo, a la velocidad de la luz, ese concepto de que tienen que pasarse un añito sin jugar para "aprender" el oficio.

Y es que los cuatro han hecho portada en sus respectivos mercados. Merecidamente, además. Aunque sólo hayáis visto vídeos de mejores jugadas estaréis conmigo en que han dejado material para, al menos, sentir el cosquilleo de que quieres verles más y que ningún entrenador cicatero, ningún proyecto a dos, tres, años vista (un infinito cósmico abstracto, algo que no existe o es, directamente, mentira), debe arrebatarnos el placer de ver equipos con quarterbacks excitantes.

Mitch Trubisky ha cambiado los abucheos recibidos en la cancha de los Chicago Bulls el día después de ser drafteado por el aplauso del Soldier Field. Ayuda que el titular de los Bears, Mike Glennon, tuviese un debut espantoso con la camiseta (y contra la secundaria de los Broncos, la mejore de la liga, que nadie lo olvide), ya lo sé, pero fue verle lanzar en movimiento para que todo Illinois babease de placer.

DeShone Kizer puso balones profundos con espirales preciosas, aquello que se decía que no podía hacer. En su casa de los Cleveland Browns Brock Osweiler demostró que no va a ser titular, o si lo es será por muy poco tiempo, y Cody Kessler parece poca pieza para que Kizer la cace.

Pat Mahomes ya ha escalado al número dos del depth chart de los Kansas City Chiefs. Sin más. Sin tener que exigirlo la opinión pública. Las cosas van tan rápidas como podrían ir, porque no va a sentar a Alex Smith en pretemporada, claro, que hablamos, al contrario de Chicago y Cleveland, de un muy buen equipo con un QB titular asentado. Ahora bien, y no creo equivocarme, la presión para que el chaval juegue va a ser notable en algún punto de la temporada. Que Mahomes volvió a dejar alguna que otra muestra de ese brazo que tiene loco a Andy Reid.

DeShaun Watson no tiene miedo a los focos, ni a dirigir ataques que no van a carburar, eso también parece seguro, en las manos de un tipo como Tom Savage.

No me entendáis mal: todos ellos mostraron también sus defectos por pulir, sus malos modos en ciertas facetas. Hicieron lo que se puede esperar de su rol, condición y fase de crecimiento. Pero eso se borra de los highlights porque, en efecto, la ilusión por ganar no se la puede quitar nadie a estos cuatro equipos. Sus quarterbacks llamados a ser "franquicia" se han visto reivindicados en el primer asalto de 2017.